El polígono Tecnoparc no ha podido desarrollarse tal y como estaba previsto cuando el proyecto empezó a andar en 2006. La crisis del 2008 ya paralizó algunas inversiones y la pandemia de la Covid-19, probablemente también hará frenar algunos proyectos. En esta área aún se pueden ver muchas parcelas y terrenos vacíos, pendientes de edificar, la mayoría de ellos de propietarios privados. También se pueden ver algunas naves vacías, alrededor de la calle Nicaragua, que están en alquiler. Por el momento, no se conoce ningún movimiento para explotar estos terrenos.
La zona del parque tecnológico del Tecnoparc abarca 165 hectáreas, 15 de propiedad municipal, comprendidas entre la avenida Bellissens y la carretera Tarragona. En 2006 se acabó la urbanización del primer sector conocido como el de La Roureda, donde hay ubicadas distintas empresas y supermercados. Posteriormente se desarrolló la zona de la Riera del Molinet, donde actualmente se ubica el Edifici Tecnoparc, que alberga firaReus, o el Centre Empresarial per a la Innovació i el Desenvolupament (CEPID). Y finalmente se impulsó Bellissens Oest, donde se inauguró el Hospital Universitari Sant Joan el 2011 y donde también se puede encontrar el Campus Bellissens de la URV, el centro Eurecat o el Centre per a Bioempreses (CpB).
Aunque aún se puedan ver algunas parcelas vacías, desde el Ayuntamiento defienden que el Centre d’Empreses de Tecnoredessa, en el Edifici Tecnoparc, cuenta con un 92% de ocupación con un total de 30 empresas instaladas que aglutinan cerca de 600 trabajadores. En el edificio del CEPID hay ocho empresas que reúnen a 360 empleados. Entre ambos centros hay prácticamente 1.000 profesionales trabajando en el parque tecnológico a diario.
El Ayuntamiento trabaja para convertir el Tecnoparc en un 'hub' tecnológico«Con la pandemia pensábamos que se irían empresas, pero no ha sido así», dice la concejala de Economia i Coneixement y consellera delegada de REDESSA, Teresa Pallarès. La edil pone de manifiesto que está cambiando el formato de las empresas y cada vez necesitan menos espacios y más flexibles. La mayoría de empresas de Tecnoredessa son tecnológicas y «es un sector que está en auge», dice Pallarès.
Inicialmente el polígono Tecnoparc nació ligado al sector agroalimentario pero también se apostó por las empresas digitales y tecnológicas, así como del ámbito de la salud y la nutrición. El Ayuntamiento trabaja para que la zona se convierta en un hub tecnológico de la mano del Clúster TIC con formaciones y servicios.
«Durante la pandemia hemos trabajado para reconvertirnos, para ser atractivos y seguir en el mapa», dice Pallarès, que pone de ejemplo cómo la actividad de firaReus se ha adaptado a formatos híbridos, entre actos presenciales y virtuales. «No se trata tan solo de sobrevivir, sino de adaptarse a este nuevo modelo que ha llegado».
Mejorar las infraestructuras
La edil explica que «el Tecnoparc es una zona de crecimiento natural de la ciudad y estamos trabajando para dotar esta área con infraestructuras como la futura estación de Bellissens o el 5G» y la intención, según dice, es trabajar con visión de futuro, a diez-quince años ya que «en un futuro es una zona que se irá desarrollando para mantener la actividad empresarial y mejorar los servicios para ser atractivos».
Nuevas empresas
En los últimos años, se han ocupado algunas parcelas más. En 2016 Gros Mercat abrió una gran superficie entre la calle Bélgica y la calle Luxemburg. En 2017 abrió también un Merca Eurasia, un macrobazar chino en la avenida Tarragona, y ese mismo año se inauguró un hipermercado Esclat en la calle Argentina. Por el contrario, en 2019 el Aldi del Tecnoparc cerró e inauguró una nueva tienda en la carretera de Salou. La nave de este hipermercado se encuentra ahora vacía.
En 2016 entró en funcionamiento el nuevo tanatori de Mémora en el Tecnoparc, que se instaló en la antigua sede de STS.
En el sector de La Roureda, la empresa de Pladepro levantó diferentes naves dedicadas al comercio y pequeño industrial. Muchas de ellas siguen vacías. Otras albergan el cash & carry de bonÀrea, un concesionario Opel o bien un centro de rocódromo, el Climbat SLAB, entre otras.
En 2019 el sector inmobiliario también movió ficha para poder construir en los terrenos de detrás del Decathlon, en la calle Méxic. En aquel momento, se aprobó de forma inicial la reparcelación de la zona para poder urbanizarla. Los propietarios de estos terrenos son del sector inmobiliario como la Sareb, Unifamiliar Sant Jordi o Iosa Inmuebles, entre otros. No avanzaron futuros proyectos pero cabe recordar que el uso residencial no se prevé en la zona.
Proyectos paralizados
En el sector de La Roureda, en la calle Argentina, en 2006 estaba prevista la construcción de un hotel de cuatro estrellas, Husa Reus, con una inversión de 15 millones de euros y quedó paralizada con la crisis del 2008.
Inicialmente también se había contemplado ubicar la Ciutat del Automòbil junto al Tecnoparc. La iniciativa pretendía concentrar la oferta del sector de la automoción en la zona sur de la ciudad. Las concesionaria lo veían con buenos ojos, pero ahora la coyuntura económica ha cambiado y la propuesta no está sobre la mesa.
También se habían proyectado más de 1.800 viviendas en los terrenos de detrás del Hospital y estaba previsto que por lo menos un 20% fueran de protección oficial. En este caso, desde el Ayuntamiento esperan que en un futuro puedan levantarse estos edificios residenciales que podrían servir tanto para los empresarios del Tecnoparc, como para los estudiantes de las facultades de Economia i Empresa de la URV o de la Escola Superior d’Arquitectura, ubicadas en el Campus Bellissens. Por ahora, se contempla como un proyecto a largo plazo.
Precisamente otro de los proyectos que no tiene calendario es el traslado de la Facultat de Medicina i Ciències de la Salut de la URV en Bellissens. Hace años que la Universidad pide la colaboración de las administraciones para construir un nuevo edificio y poder dejar las instalaciones actuales de la calle Sant Llorenç que se han quedado obsoletas.
El consistorio también se había planteado levantar un segundo edificio CEPID para acoger a más empresas, pero el proyecto ha quedado paralizado con la pandemia.
El Ayuntamiento también trabaja junto a la Cambra de Comerç Reus o la Universitat Rovira i Virgili para impulsar el desarrollo de la zona y captar nuevos inversores. En este sentido, Pallarès recuerda que este año se ha puesto en marcha el proyecto de la Incubadora TIC Sensor que pretende ayudar a nuevos emprendedores a hacer crecer sus negocios.
Para ver grandes proyectos e inversiones potentes en el Tecnoparc habrá que esperar. Y es que este macroproyecto ha topado con dos crisis económicas aunque poco a poco se va consolidando.