La ciudad tiene proyectados varios equipamientos que, a ojos de los vecinos, «transformarán la ciudad» y pueden ser «una oportunidad» para «dinamizar los barrios» en un futuro medianamente próximo. Algunos ejemplos son la nueva Escola dels Oficis de Reus, que se ubicará en el edificio del Vapor Vell del barrio del Carme; la transformación de la zona del Carrilet, en la que se incluyen equipamientos; las obras que se realizarán en la zona de La Hispània –donde además de contemplar viviendas y aparcamiento subterráneo– se prevé un equipamiento (cuyo uso aún se desconoce); y la creación del Centre Cívic Gregal en el barrio Niloga.
La llegada de estos equipamientos significa «un antes y un después» para los vecinos. «Creemos que la llegada de la Escola dels Oficis en el Carme ayudará a consolidar el perfil de aprendiz, que es muy necesario. En la actualidad, no hay relevo generacional de ebanistas y cerrajeros, entre muchos otros gremios», valora el presidente de la asociación de vecinos (AV) L’Harmonia del Carme, Josep Machado.
La llegada de la escuela es vista como un «avance» para los residentes del barrio, «puesto que dinamizaría la zona en todos los sentidos, como también lo hace hoy el Institut Baix Camp o la facultad de medicina de la Universitat Rovira i Virgili, hasta el momento», ya que se reubicará.
Machado recuerda, por otro lado, lo que supuso para la vecindad la llegada del Centre Cívic del Carme en su día: «Marcó un cambio, quieras o no, su actividad atrae a vecinos del barrio, pero también a ciudadanos de fuera de este, que se acercan para asistir a charlas o actividades, es decir, se genera afluencia de gente». La creación del Centre Cívic del Carme, que también alberga el Casal de les Dones, «llegó en un momento en el que los vecinos pedíamos reformar el barrio, preparamos un listado de propuestas entre las cuales figuraba este centro, que buscaba ser un equipamiento para los vecinos».
La actuación del futuro centro educativo se realizará a partir de una subvención de 400.000 euros de la Diputació y el Ayuntamiento destinará 175.000 euros de fondos propios, provenientes del Pla d’Impuls Econòmic i Social. El primer paso para empezar el proyecto será la redacción del documento básico y ejecutivo para consolidar el edificio y la reforma de una parte de la planta baja. El plazo de redacción está fijado en el tercer trimestre de este año y la entrega, para el segundo trimestre del año que viene. Una vez redactado el proyecto técnico, se licitará el contrato para realizar las obras, que prevén hacerse antes de finales de 2025.
En otro orden de cosas, está el futuro Centre Cívic Gregal del barrio Niloga, cuyas obras ya están en marcha. Con su creación, se amplía la red de centros con el fin de dar servicio a la zona norte de la ciudad. «Creemos sinceramente que una infraestructura, como es un centro cívico, tiene todas las ventajas posibles para el segmento de la población del lugar en el que se instala, y si tenemos en cuenta que el centro cívico que actualmente nos corresponde por ubicación es el Mestral, es decir, el que está en el barrio Gaudí, todavía más», expone, por su parte, el presidente de la asociación de vecinos del barrio Niloga, Reus Nord, Josep Ramon Ferré.
«El éxito que hemos tenido como asociación de vecinos, en parte, lo consideramos a consecuencia de la carencia de esta infraestructura en nuestro barrio. Ahora, tendremos el Gregal», añade el representante vecinal. Además del plan de usos del futuro centro cívico, el proyecto tiene como elementos destacados la conservación del edificio catalogado en el Pla Especial de Protecció del Patrimoni Arquitectònic i Natural de Reus y la adecuación urbanística del entorno.
Sobre la dinamización del barrio Niloga, Ferré destaca, paralelamente, que el proyecto vecinal del Barri dels Artesans –surgido en la AV y la Associació de Comerciants i Professionals Reus Nord– «sigue su curso» y cuenta con el apoyo de la concejalía de Empresa i Ocupació del Ayuntamiento. La acción fue concebida por los vecinos y profesionales de Reus Nord con la finalidad de «animar el comercio artesano de la zona».
Primero, se le daría color a una serie de locales vacíos entre las calles de Bernat de Cabrera y de Bernat de Bell-lloc, y luego las entidades impulsoras se aliarían con artesanos para hacer realidad el barrio artesano. «Las conversaciones con los propietarios de los locales van muy bien y la propuesta ha tenido buena acogida. Respecto al calendario, esperamos instrucciones de la concejalía municipal y por el momento, uno de los artesanos ha alquilado uno de los locales, supongo que pronto tendremos muchos más», destaca Ferré.
Suplir necesidades
Como se apuntaba al principio, la zona de La Hispània será otra de las zonas en las que se creará equipamiento. «La cuestión está en que no sabemos de qué tipo, ni qué tienen pensado poner, más allá del parking y los pisos. Creemos que, en la zona de los bajos de las viviendas, irá un equipamiento público para uso municipal, seguramente oficinas, no sabemos nada más», insiste la presidenta de la AV del barrio Horts de Miró, Pilar Flamenco.
Flamenco opina que «estaría bien, por ejemplo, que parte de esos locales se destinaran a impulsar actividades para los jóvenes y la gente mayor». El proyecto prevé 1.100m2 de equipamientos, en un espacio luminoso y polivalente que cuenta con un exterior propio con acceso desde la plaza, la Riera d’Aragó y la calle Josep M. Arnavat i Vilaró.
Desde la AV Amics del Barri Fortuny, su presidenta, Pepita Roig, expresa que es beneficioso que haya centros cívicos en la ciudad, aunque asegura que, aún hoy, «hay vecinos en el barrio que no han ido o no saben de su existencia; habría que hacer más difusión y lo que más funciona es el boca a boca; y, aun así, habría mucha gente a la que no le llegaría».
La representante vecinal expone que, a menudo, las actividades que se realizan en el Centre Cívic Migjorn atraen, sobre todo, a gente de fuera del barrio. «El distrito V es muy amplio», reconoce. Lo que sí funciona «a la perfección», señala, son los Casals de la Gent Gran.