Louis Vuitton

En cualquier capital que se precie hay una cola delante de una de las grandes tiendas de la marca de marroquinería francesa. LV es el gran mastodonte de la moda, falsificado hasta la saciedad, anhelado por muchos, detestado por millones, genera pasión y odios. Pero ¿quién era Louis Vuitton? Louis Vuitton nació el 4 de agosto de 1821 en un entorno de pobreza. Su casa era un molino de agua cerca de Anchay, un pequeño pueblo de 148 habitantes en el Jura (Este de Francia, región de vinos sublimes y patria del queso Comté que merece no una columna, sino una enciclopedia), en el Franco Condado. Desde muy joven aprendió los oficios de su padre, molinero y carpintero. En 1837, a los 16 años, llegó a París, recorriendo a pie los 400 kilómetros que le separaban de la capital y desempeñando diversos trabajos a lo largo del camino. No sabía ni leer ni escribir. En 1837 empezó a trabajar como aprendiz de fabricante de baúles. Pronto se dio cuenta que los baúles abombados ocupaban mucho espacio y no permitían un traslado cómodo. Se inventó el baúl de tapa plana que permitía apilarlos uno encima de otro. En 1852, fue la emperatriz Eugenia de Montijo quien se fijó en él y el reconocimiento de su saber hacer llegó a la corte del Zar. La sencilla idea de Vuitton se ha transformado hoy en una máquina de hacer dinero sin principios. La distancia no es solo histórica, es también moral.