Me gustaría escribir un estudio en profundidad de cómo se extraen, se cultivan o se fabrican las cosas bellas: el mármol, las perlas, los perfumes, la seda, los espejos, las flores, las piedras preciosas, la porcelana. Serio (en el buen sentido), informado y cabezón. Sería una excusa perfecta para aislarme un rato (concepto temporal que me encanta porque no es cuantitativo sino cualitativo). Por ejemplo la porcelana. La porcelana está compuesta principalmente por caolín, feldespato y cuarzo. Existen diferentes procedimientos para dar forma a la porcelana: la masa húmeda se puede moldear, la masa líquida se funde, la masa en polvo se prensa. Cuando la porcelana ya tiene la forma definitiva, se seca y se cuece. En chino que es su lugar de origen, lleva por nombre Tzu, porque recuerda al sonido metálico que produce cuandose golpea. La porcelana fue objeto de codicia, provocó una guerra, llenó las estanterías de los ricos del siglo XVIII y XIX. La porcelana china, azul, refinada, la de Limoges pretenciosa y dorada. El abuelo de Charles Darwin era el fabricante de porcelana inglesa más importante del siglo XVIII. Joshia Wedgwood fue un pionero. Su fabricación fue seguramente el secreto mejor guardado de la historia (si excluimos la fórmula de la Coca-Cola). Hoy, en los mercadillos de antiguo, es posible comprar una taza traslucida y refinada. Eso es un lujo.
Caolín
10 enero 2025 21:02 |
Actualizado a 11 enero 2025 07:00
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