Antes de irse, Joe Biden ha tenido la sensatez de indultar a 37 condenados a muerte. De algún modo ha contribuido al llamamiento de Francisco a las puertas del Jubileo para que se suprima este castigo inhumano.
No somos dueños de la vida y de la muerte. Desnudos nacimos y desnudos moriremos. Esta es nuestra fragilidad aunque la soberbia la envuelva en muchas corazas.
En el juicio de Nuremberg fueron condenados a la pena capital once jerarcas nazis. Excepto Gorering, que se tomó una pastilla de cianuro en su celda, los demás fueron ahorcados. Para este trabajo presentó su currículum John C. Wood, verdugo de Texas que aportó la experiencia de haber matado a 347 reos. Cuatro años después él mismo murió electrocutado cuando reparaba una silla eléctrica.