¿A nadie le importa el aire que respiramos?

El Ayuntamiento de Tarragona ha dejado en suspenso la adjudicación del contrato público para estudiar la calidad del aire en la ciudad, que ya tenía dos candidatos: la Universitat Rovira i Virgili y la Universitat Politècnica de Catalunya. Desde el equipo de gobierno argumentan que el estudio debe ser asumido por la Generalitat de Catalunya. Una administración a la que tal estudio le costaría 556.527 euros. Al Ayuntamiento el dicho estudio le costaría el 0,27% del presupuesto municipal. El problema no es el precio y el aire que respiramos merece una política mucho más clara y transparente (no es un juego de palabras). La AEQT publicó hace unas semanas un estudio que ella misma había encargado a la URV. Los resultados daban algunos datos interesantes sobre la contaminación del aire en los barrios de Tarragona, o en la propia ciudad, sin que se hayan saltado las alarmas.

Ese es el problema, que mientras las administraciones no se ponen de acuerdo sobre quién debe llevar a cabo el estudio, van pasando los meses y van pasando los aires. Y, mientras todo pasa, se da alas a la rumorología, a las teorías más apocalípticas, se deja que se instalen percepciones que no sabemos si responden o no a la realidad. Cuánto más tiempo pase sin un estudio independiente y riguroso, más pábulo se permite a los que van haciendo su propio análisis de los aires. La Generalitat de Catalunya -sin presupuesto - no va a poder activar el estudio en un buen tiempo (eso si no nos vamos a una repetición electoral) y el Ayuntamiento esgrime unas razones técnicas para no asumir el coste del estudio durante los próximos seis meses, que no dudamos que sean veraces, pero no creemos que sean prioritarias como para justificar este suspenso. Cada uno tendrá sus argumentos, pero los ciudadanos del Camp de Tarragona han de saber la verdad y las adminsitraciones y la industria acturar en consencuencia. A mayor transparencia mayor seguridad. Todos respiraremos más tranquilos.