El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia presentado ante las autoridades de la Unión Europea hace unas semanas por el Ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, proyecta todos los medios para que España tenga un sistema de pensiones de empleo equiparable al de sus homólogos europeos.
La estrategia se había iniciado ya con la Ley de Presupuestos para 2021 al reducir sensiblemente el incentivo fiscal a la aportación a los planes de pensiones individuales ya que, en opinión del Ministro, no estaban dando los frutos esperados.
Ante esta tesitura, el Gobierno pasaba a apostar por los planes de pensiones colectivos vinculados a las empresas como instrumento para complementar las pensiones públicas. De este modo, el modelo por el que apuesta el Gobierno desde este momento es un instrumento colectivo de previsión social complementaria con supervisión y garantía pública, si bien puede ser de gestión privada, tomando como modelo el esquema de pensiones británico, esto es, el National Employment Savings Trust (NEST).
También está en el espectro del Gobierno el modelo implantado en el País Vasco bajo la denominación Entidades de Previsión Social Voluntaria. Este último, vinculado a los convenios colectivos sectoriales, supone la aportación del trabajador al Plan de Pensiones de un porcentaje de su retribución, correspondiendo la empresa con el mismo porcentaje, esquema que, a su vez, goza de ventajas fiscales que le convierten en un instrumento de ahorro del todo interesante.
Con esta nueva propuesta, el Ministro prevé que la población cubierta por estos vehículos de previsión social privados aumente desde los 2 millones de trabajadores actuales (principalmente pertenecientes al sector financiero) hasta los 13 millones en 2030, lo que supondría multiplicar a dicha fecha por 6,5 veces la cifra actual. Con este objetivo, el Gobierno ha planteado las medidas sobre las que se estructurará la reforma del sistema de pensiones que incluye también un nuevo incentivo fiscal que promocione este tipo de instrumentos colectivos.
El nuevo modelo se dirige muy especialmente al ahorro de las rentas medias y bajas, así como a la incorporación de los jóvenes en dicho esquema de manera eficaz. Según la información emitida por el propio ministerio, el objetivo de estos planes de pensiones colectivos es que los jóvenes que se jubilen a partir de 2050 tengan un sistema de pensiones complementario al público realmente potente y que cumpla su función de ahorro a largo plazo, esto es, para la jubilación.
En definitiva, el Plan presentado destaca por el diseño de mecanismos que favorezcan la movilidad de los trabajadores entre las diferentes empresas y sectores, la digitalización para simplificar los trámites en la adscripción y gestión de los planes de pensiones y la creación de fondos de pensiones de empleo de promoción pública, gestionados por el sector privado.
El plan es ambicioso y requerirá más que la simple voluntad para su implementación; no cabe duda que exigirá también de una nueva perspectiva en el seno de la negociación colectiva ya que la ecuación trabajo-pensión ya no será la misma.
Misericòrdia Borràs es Socia del Departamento Laboral Garrigues
