Aunque los terroristas compraron a particulares gran parte de las 120 bombonas de butano halladas en Alcanar, un informe de Mossos incluido en el sumario muestra, a través de imágenes de cámaras de vigilancia y del testimonio de los trabajadores, cómo los miembros de la célula adquirieron bombonas en diferentes gasolineras de las Terres de l’Ebre.
El 15 de agosto, el día de la explosión del chalet, se hizo una compra de cinco bombonas en una gasolinera situada en el término de Camarles.
El mismo día hubo otra compra de cinco bombonas en una estación de servicio de L’Ampolla y otra más en L’Ametlla de Mar, con la misma cantidad de butano. Hubo un intento de seguir con la adquisición de mercancía en una gasolinera de El Perelló.
Allí la dependienta no permitió la compra, según reza el informe policial: «El chico le pidió a la declarante bombonas de butano, que llevaba entre cinco y siete siete de color naranja y quería cambiarlas por las bombonas grises de CEPSA.
La declarante informó al chico que no podía ser, que no cambiaban tipo de envase, el chico manifestó que no lo entendía, porque no había tenido problemas en otras gasolineras, y se fue». Lo mismo sucedió en una estación de Amposta.
En todos esos lugares –al menos cinco en un mismo día– fue Youssef Aalla quien compró el material o al menos lo intentó. Aalla moriría esa misma noche en la explosión de Alcanar.
