El Gobierno, a través del Consejo Superior de Deportes (CSD), solicitará esta semana de forma oficial al Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) la inhabilitación de Pedro Rocha, el sucesor interino de Luis Rubiales designado por él mismo presidente de la Federación Española de Fútbol (FEF) tras el escándalo del beso a Jenni Hermoso. El CSD ha atendido la denuncia de Miguel Galán, presidente de la escuela de entrenadores Cenafe, que ha reclamado la suspensión de Rocha por no convocar elecciones a la FEF en seis meses y haber asumido, como presidente de su comisión gestora, funciones que no le corresponden.
Después del contundente golpe dado el pasado miércoles por la Guardia Civil a Rubiales y al sistema clientelar de la FEF, que ha cortado de cuajo las aspiraciones de Rocha de ser elegido presidente por la futura asamblea del fútbol español, el ex vicepresidente económico federativo y actual máximo dirigente del organismo se expone a una inhabilitación de al menos un año. Miguel Galán también ha solicitado al juzgado que instruye la causa contra Rubiales y algunos de sus allegados por presunta corrupción, administración desleal y blanqueo de capitales, que cite a declarar a Rocha, «por su conocimiento de la mayoría de los hechos investigados, dada la naturaleza de su responsabilidad y el importante cargo que ocupó» durante la etapa del expresidente de la FEF. La denuncia remitida por Galán al CSD refleja que, tras la obligada despedida de Rubiales, Rocha pasó a ocupar la presidencia de la gestora de la FEF con la competencia de convocar elecciones a la presidencia con la actual asamblea, pero pasados seis meses aún no la ha llevado a cabo. La convocatoria electoral iba a haberse celebrado por fin el pasado miércoles en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, pero el nuevo escándalo que sacude el fútbol español, con el registro de la sede de la FEF, además del estadio de La Cartuja y de la casa de Rubiales en Granada, provocó la suspensión de la reunión de dirigentes federativos y que se paralizase el proceso.
Según la denuncia trasladada al TAD, el presidente de la gestora de la FEF también ha asumido competencias que no eran suyas, como han sido renovar el contrato del seleccionador Luis de la Fuente y ponerse un sueldo de 675.000 euros. También destituyó Rocha al seleccionador femenino Jorge Vilda, sustituido por quien fuera su ayudante en el Mundial, Montse Tomé. El TAD será ahora el encargado de abrir expediente a Rocha y dictaminar o no la inhabilitación del sucesor de Rubiales. Según Galán, Rocha tan solo debía haber ejercido «funciones limitadas al despacho ordinario de los asuntos federativos».