Túnez logró la victoria más amarga. Un éxito para su memoria colectiva al imponerse a la campeona del mundo, Francia, pero el trago más duro al observar la consecuencia: se queda fuera del Mundial por el triunfo de Australia ante Dinamarca. Francia dejó de lado el partido al sacar a todos los suplentes y cuando Deschamps intervino con los titulares para levantar el resultado ya era tarde.
Francia comparece con los suplentes, sin disimulo por parte de Deschamps, oportunidad para los que no juegan y un día de piernas frescas para los que han regado el camino de Francia hacia los octavos de final. Se cumple otra vez aquella máxima según la cual todos los futbolistas están capacitados para jugar al mismo nivel y da igual intercambiarlos. Esto sucederá en los equipos que no tienen futbolistas que marcan la diferencia. Ni todo el mundo vale para todos los trabajos ni los jugadores son piezas de un puzle que se puedan sustituir. Nadie puede arrancar a la velocidad de Mbappé, ni pensar tan rápido como él en otra dimensión. No hay en Francia un futbolista con la visión e inteligencia de Griezmann. Tampoco es fácil reemplazar al defensa más supersónico del globo, Lucas Hernández, a quien su hermano Theo sustituye con bastante solvencia.
Deschamps llenó el campo de los no habituales y Túnez dominó a Francia en la primera parte. La sometió con entereza, apretando en la presión, ganando duelos, llegando con frecuencia al área de Mandanda.
En el primer cuarto de hora marcó Túnez por mayor presencia en campo enemigo. Una falta que remató Ghandri en fuera de juego. La tecnología es implacable, dicta sentencia en modo virtual y acaba con las protestas de tantos años de los futbolistas.
Camavinga sufrió en el lateral izquierdo y Túnez lo aprovechó para percutir sobre ese lado, siempre buscando profundidad o combinaciones que desorientasen al centrocampista del Madrid.
Ni una ocasión clara de Francia en la primera mitad. Un control defectuoso de Coman desbarató la oportunidad de chutar con ventaja. La campeona del mundo no estaba en la plenitud de sus facultades, solo Varane y Tchouaméni en la lista de titulares habituales.
Desechamps reacciona tarde Con el partido igualado decidió el mayor entusiasmo de Túnez. Más vivo, más enérgico en la pelea, más motivado por el objetivo a la vista, los africanos se lanzaron a por la victoria.
Uno de los detalles que más puede enojar a un entrenador es la pasividad o el lagrimeo de sus jugadores. Los franceses eligieron esa vía tan irritante. Disasi se hizo el muerto en un choque que perdió ante Laidouni y el remate de este se marchó fuera por escaso margen.
Peor fue la siguiente. A Fofana le robaron la pelota y se paró pedigüeño en el círculo central, brazos en alto en la protesta, ajeno al juego que seguía. La enganchó Kharzi, dribló obstáculos incluido el portero y la puso suave en la red.
El gol premió la voluntad y fútbol de Túnez. Entonces Deschamps se sintió ultrajado. Empezó a poblar el césped de titulares, Mbappé, Rabiot, Griezmann, Dembelé... A buenas horas, mangas verdes, que dice el refranero.
Los tunecinos hicieron su faena, pendientes del otro partido, el gol de Australia que los eliminaba y rezando para que marcase Dinamarca. Nada más sucedió, el árbitro anuló un gol a Griezmann por fuera de juego y Túnez queda fuera del Mundial.
Ficha técnica
Túnez: Dahmen, Talbi, Meriah, Ghandri, Kechrida, Maaloul, Laidouni, Skhiri, Slimane (Abdi, min. 82), Kharzi (Jebali, min. 59) y Ben Roh.
Francia: Mandanda, Disasi, Varane (Saliba, min. 63), Konate, Camavinga, Fofana (Griezmann, min. 73), Tchouaméni, Veretout (Rabiot, min. 63), Guendouzi (Dembelé, min. 78), Coman (Mbappé, min. 63) y Kolo Muani.
Gol: 1-0: min. 58, Kharzi.
Árbitro: Matthew Conger (Nueva Zelanda). Amonestó a Kechrida.