Después de una temporada marcada por una lesión extraña que le ha tenido cuatro meses en el dique seco, Marc Trilles (Vilafamés, 31 años) ha vuelto a liderar la zaga del Nàstic. Un regreso que coincide con el cambio de entrenador y con la mejora del equipo a nivel defensivo. El futbolista castellonense acaba contrato pero sueña con renovar y seguir en Tarragona hasta el final de su carrera.
¿Cómo estas?
Cada semana me encuentro mejor. Físicamente todavía no estoy al 100%. Poco a poco voy cogiendo la forma y las sensaciones. Preparado para afrontar este tramo final.
¿Un tramo final que no sabemos bien cómo encararlo?
Desde dentro lo hemos hablado con Dani (Vidal). Tenemos que ir partido a partido. Ha sido una temporada de altibajos y ahora tenemos que ir a Sabadell a por los tres puntos. Así es como tenemos que afrontar los partidos hasta el final. Con la máxima ambición y responsabilidad.
Da la sensación que por ‘A’ o por ‘B’ se ha desperdiciado una temporada.
Tengo la sensación de que hemos desaprovechado muchas oportunidades. En el fútbol puede pasar cualquier cosa. Tengo claro que siempre voy a luchar por lo máximo, sin renunciar a nada. Mientras todo sea posible hay que luchar.
¿Se puede hacer muy larga la liga?
Sí. Tenemos que el máximo de puntos posible. Cuando se acabe la temporada ya hablaremos. Hay que mejorar muchas cosas pero quedan partidos para hacerlo. La situación no nos gusta a nadie. En mi cabeza no hay otra cosa que no sea ganar en Sabadell.
Cómo puede cambiar un equipo. De quedarse a las puertas y ser el menos goleado a estar lejos del play-off y encajar muchos goles.
El fútbol no entiende de lógica. Ni los equipos a base de talonario lo ganan todo, ni el presupuesto más bajo desciende. Hay muchos factores que intervienen. Estados de ánimo, grupos, los distintos momentos, el aspecto mental, etc. Por muy preparado que estés hay momentos que fallas, te contagias de la mala dinámica. Son las cosas que hacen único al fútbol. Que si estás en buen momento todo es mágico y cuando estás en horas bajas te hundes.
Da la sensación de que el palo de Balaídos ha sido una losa pesada.
Piensa que se han cambiado varios jugadores. Es un equipo más joven. No es una excusa. El club tiene que aspirar al máximo, por club y por historia. Pero no siempre salen las cosas como uno quiere.
¿Está claro que esta temporada no salen las cosas con tres cambios de entrenadores?
Está claro que cuando cambias tres veces de entrenador es difícil estar arriba. El club ambicioso. Cuando se decide cambiar es porque no se conforma con lo que hay. Han buscado la mejor fórmula para que el equipo pueda estar en play-off. Está costando, pero si miramos la estadística, desde que está Dani, en muchas cosas el equipo ha dado un paso adelante. Nos ha faltado acierto, pero el equipo está haciendo muchas cosas bien. Nos penaliza el pasado. La pasada semana, si hubiéramos estado en una situación más ventajosa hubiéramos mirado el resultado de manera diferente.
¿Qué ha cambiado Dani Vidal?
Creo que en fútbol cuando estás en malas dinámicas hay que ser práctico. Por mucha tecnología y cambios que haya, el fútbol siempre será fútbol. Con su ABC. Si tú le pides a un jugador que haga lo que sabe hacer, en lo que siente cómodo y no le pides cosas extrañas, el jugador rinde mejor. Dani lleva años aquí y conoce a los jugadores. Igual que Raül (Agné) cala muy bien a los futbolistas. Sus virtudes. La diferencia es que Raül, que es un gran entrenador, quería que el equipo jugara de una manera y Dani se adapta a lo que necesitan los futbolistas. En la situación que ha llegado tiene que sacar el máximo rendimiento a los futbolistas en poco tiempo y lo está haciendo. El equipo lo nota.
¿Has tenido una temporada muy complicada por las lesiones. ¿Cómo la has vivido?
Cuando estás fuera se sufre mucho. Ves al equipo lejos del nivel o de la posición que tiene que estar y sufres como un aficionado más. He tenido un papel más de animar a los compañeros, ayudarles a corregir aspectos, porque he estado más de cuatro meses fuera. Tenía muchas ganas de volver al campo. Desde dentro lo vives diferente. Sientes que puedes contribuir. Te sientes válido.
Bastante tenías con tu ‘larga’ lesión.
Ha sido complicado. Cuando te dan un primer diagnóstico, que suponen pocas semanas de baja, tratas de trabajar para recortar ese periodo, siempre y cuando no haya riesgo de recaída. El diagnóstico no fue acertado. Se dio otro y eso psicológicamente te desgasta. Al final hemos encontrado la solución entre todos. No tengo molestias en el tobillo.
Recibió ánimos del mismo Marco Materazzi, su ídolo.
Fue increíble. Materazzi es un referente para mí. Cuando era joven seguía mucho el fútbol italiano. Me identificaba con la manera en cómo vivían el fútbol allí. Enseguida me llamó la anteción Materazzi. Entonces un conocido de Castellón se cruzó en Inglaterra con Materazzi. Como sabía de mi devoción por el futbolista, le pidió un vídeo.
Debió alucinar con la historia.
Estaba con su mujer y le causó sorpresa y curiosidad. Me hizo el vídeo y me siguió en Instagram. A raíz de eso tenemos contacto. Ese momento en el que recibí la petición de seguimiento de Marco Materazzi no se me olvidará jamás. No me lo creía. Eternamente agradecido. Ahora estoy esperando una camiseta que me ha dicho que me enviará.
Materazzi se le quedará marcado como el que provocó a Zidane en la final del Mundial. ¿También es de los que ‘pinchan’ al rival?
Cuando era más joven era más irrespetuoso con el rival. Más provocador. Con la edad no tengo esas discusiones con los rivales. Sigo siendo duro, porque es mi esencia. Una de las cosas que me marcó de Materazzi es la intensidad con la que vivía los partidos y la agresividad. Yo los vivo igual y nuestra manera de ir al choque, en el cuerpo a cuerpo, también hace que conectemos mucho con la gente. Ver nuestra pasión, le gusta.
¿Donde más se te ve disfrutar es en los partidos de tensión? El otro día en Castellón, por ejemplo.
Siempre le digo a mi padre: «Cuando disfrutas de verdad como jugador de fútbol es en los grandes escenarios. Con todo el campo lleno. Luego puedes jugar mejor o pero. Pero el que disfrute en estos partidos no está preparado para jugar al fútbol. Hay que vivirlos. Ojalá todos los partidos fuera de casa fueran en campos llenos. Tienes que rendir en todos, eh. Porque sea en uno o en otro son tres puntos. Pero a mí no me saben igual tres puntos en un estadio lleno que en uno vacío.
Dices que la dureza forma parte de tu juego. Aunque a veces te pase factura.
Voy tanto al límite que a veces se me cruza el cable y no mido bien. Es verdad. Pero si no voy así, no estaría jugando en el Nàstic. Sé que yendo al máximo ayudo a que mis compañeros se metan en el partido. En el balance de cosas que da y me quita, es indudable que ir al límite me ha dado más buenos momentos que malos. Nunca voy a hacer daño al rival. Nunca. Pero no voy a cambiar mi manera de jugar.
Acabas contrato. ¿Piensas más allá del 30 de junio?
Llevo tres temporadas aquí. No he tenido continuidad por culpa de las lesiones, pero ojalá me pudiera retirar en el Nàstic. Estoy muy a gusto en Tarragona. A ver si el ‘presi’ escucha estas palabras y se anima. Me siento identificado con lo que pide la gente. Ojalá pudiera renovar y estar muchos años más.