El Nàstic solventó su última asignatura del curso. Un gol de Trigueros dio los tres puntos que necesitaba para asegurar el subcampeonato del grupo 1 de Primera RFEF. Ahora quedan las PAU. La Selectividad. La hora de la verdad. Los exámenes que decidirán si los granas estudiarán la próxima temporada en Segunda División.
La tarde se preveía tranquila en Tarragona. Animada. Había ganas de fiesta. De celebrar una excelente temporada regular con un triunfo, como fase previa a un ascenso soñado. El empate podía ser suficiente para amarrar la segunda plaza, pero no querían riesgos innecesarios. Después de 37 jornadas, no venía a cuento echarlo a perder en la última.
La única pega era el rival. Un Rayo Majadahonda destensado. Con más peligro que un elefante en una cacharrería. Entre el riesgo de cometer un exceso de confianza y el perfil incómodo que han resultado los equipos de la parte baja había cierta inquietud.
Una intranquilidad que duró más de 80 minutos. Hasta que Pablo Trigueros remachó a la red una falta lateral botada por Borja Martínez.
Hubo una preocupación continua con las lesiones. Cada vez que un futbolista se notaba una molestia, el electrocardiograma del cuerpo técnico se disparaba. Tenía tanta importancia asegurar la segunda plaza como evitar males musculares. Pablo Fernández y Pol fueron los que hicieron movimientos extraños a vigilar.
Y eso que Dani Vidal quiso reducir riesgos de cara al play-off. De los cinco apercibidos de sanción, solo Gorostidi figuró en el once titular. Porque también era un día para que algunos futbolistas que llegan al tramo final con roles secundarios, léase Borja, Mula o Andy, hicieran méritos de mayor presencia en la fase decisiva. De todos ellos, solo el mediocentro manchego dio motivos.
El equipo grana fue de más a menos. Comenzó con la voluntad de cumplir la tarea rápida. En cinco minutos había llegado dos veces al área majariega.
La presión tarraconense surtió efecto ante una salida de balón madrileña exageradamente arriesgada. Del que no tiene nada que perder. Comprensible. Igual que los errores iniciales de desconcentración fruto de una temporada desastrosa, con un descenso confirmado hace semanas, cinco cambios de entrenador y una plantilla más centrada en su futuro que en el presente.
Pero el hambre y las ganas de comer no eran suficiente. Ni Jardí, ni Pablo Fernández, en tres ocasiones, conseguían hincar el diente a un dulce que se fue endureciendo con el paso del tiempo.
El Rayo tiró de sus jugadores más jóvenes para presentar batalla. Los canteranos siempre dando la cara por sus clubes. Fue el mediapunta Berzal el que llevó el primer susto al Nou Estadi. Soportó los envites de Gorostidi y Borja, muy flojos, y se plantó ante un Varo que no estaba por la labor de que el Rayo le arrebatara su posibilidad de pelear por el Zamora.
Hubo una tímida protesta por manos dentro del área madrileña. Pero, vamos, con la línea arbitral de toda la temporada de no señalar un penalti a favor al Nàstic, no iba a romperse en la última.
El Nàstic bajó el ritmo. Se puso a la misma velocidad que el Rayo Majadahonda y permitió que el atrevimiento juvenil de los madrileños pusiera a prueba a Varo. El meta de la Canonja no se imaginaba un día tan ajetreado. Lo solventó ganándose, una vez más, los halagos de una grada rendida a su arquero.
El gol se hacía obligatorio. Para evitar sustos y el tener que mirar el resultado de Barça Atlètic y Celta Fortuna. Dani Vidal echó mano de algunos de sus titulares. De sus mejores boletos para el gol. La tuvo Marc Fernández y Concha, pero el premio lo rascó Trigueros. El central se adelantó al portero y puso el esperado tanto. Un gol para mirar al play-off.
Ficha técnica
Nàstic. Varo, Pol D. (Tirlea, 86’), Trigueros, Nacho, Iker Recio (Oriol, 68’), Borja, Gorostidi, Andy (Concha, 63’), Mula (Marc F., 46’), Jardí (Gorka, 79’) y Pablo F.
Rayo Majadahonda. Dani, Diego Ceballos, Sergio Navarro, Pablo Hervías (Sergi, 81’), Kike Hermoso, Nakai (Alberto, 67’), Raul Tavares, Sergio Camacho, Joao, Guille (Pablo, 67’) y Samu Expósito (Cortés, 52’).
Gol. Trigueros (81’).
Árbitro. Irurtzun Artola. Amonestó a Mula, del Nàstic y a Nakai y Joao, del Rayo.