El Nàstic acude este domingo al Toralín y lo hace con varias dudas en el once inicial. La baja de Concha y la derrota frente al Unionistas de la semana pasada podrían provocar cambios de nombres propios en el once de partida. El dilema está de mediocampo para arriba, ya que en la defensa no hay dudas: Varo en la portería; Joan Oriol y Pol Domingo en los carriles; y Pablo Trigueros y Nacho González en la zaga.
El once del Nàstic para el partido frente a la Ponferradina de este domingo deja una incógnita en el once que puede tener varios afectados en función de la apuesta que haga Dani Vidal. Lo primero que habrá que saber es si el técnico grana apuesta por el 4-2-3-1, más habitual en los últimos meses, o regresa al 4-4-2 que ya usó en Cornellà y que durante el inicio de curso fue el sistema sobre el que se arropó el equipo.
Si elige la estructura en la que aparece la figura del mediapunta hay dos jugadores que tienen muchos números de ocuparla. Andy Escudero es la opción más utilizada para la posición de enganche. El alicantino ha alcanzado su pico de rendimiento jugando por detrás del delantero, pero es cierto que en las últimas visitas a Arenteiro y Cornellà se ha quedado en el banquillo, ya que Vidal ha buscado otra función en el mediapunta.
Gorostidi ha actuado de trequartista en las dos últimas visitas a Arenteiro y Cornellà
En busca de una mayor presencia física en la medular aparece la opción de Gorostidi, que ya jugó allí ante el Arenteiro y el Cornellà y demostró ofrecer un rendimiento importante, aportando llegada, músculo y consistencia por delante del doble pivote.
En función de si sale Escudero o Gorostidi, Montalvo será o no de la partida. Si juega el alicantino, todo apunta a que seguirá en el banquillo, si sale el vasco, el de Riudoms formará dupla en la sala de máquinas junto a Borja Martínez.
Pablo será el delantero del equipo y las dudas están en unas bandas en las que Godoy, Mula, Jardí y Marc Fernández presentan batalla. Solo hay dos puestos para cuatro jugadores. La batalla está servida. El once ante la Ponferradina es indescifrable.