Aina Cid consigue su tercer diploma olímpico

En unos Juegos Olímpicos solo suelen copar portadas los medallistas. Es lógico, son los grandes triunfadores y los únicos que consiguen colgarse un metal. Sin embargo, conseguir un diploma olímpico también es un éxito que hay que valorar. Esta distinción se les otorga a los ocho primeros clasificados. Cuando uno ya acumula tres la cosa alcanza otra dimensión. Eso sucede con Aina Cid, la remera de Amposta ha conseguido su tercer diploma tras conquistar la Final B y finalizar en séptima posición en el dos sin timonel junto a Esther Briz.

Cid ya había logrado dos diplomas con anterioridad. Fueron en los Juegos de Río 2016 y de Tokyo 2020. En Río, la ampostina logró la sexta plaza tras meterse en la gran final junto a Anna Boada. En Toyko, Cid repitió posición, aunque esta vez estuvo en la gran final con Virginia Díaz.

Para los Juegos de París, Cid estrenaba compañera con Esther Briz. Ambas tuvieron un inicio irregular y no consiguieron el billete a las semifinales de manera directa. Sin embargo, lograron quedar segundas en la repesca y estar en la penúltima ronda.

En semifinales, la remera ampostina y su pareja no pudieron soñar con meterse en la gran final. Quedaron penúltimas solo por delante de las irlandesas. Con ese devenir, la Final B era el objetivo. Quedar entre las dos primeras parejas clasificadas les otorgaba el diploma.

Tras una mala salida, Cid y Briz completaron una gran remontada. Llegaron a la fase decisiva en penúltima posición, solo superadas por la dupla formada por Melita y Antonia Abraham a quienes dirige como seleccionador chileno el ampostino Bienve Front. En la recta final, la ampostina y su pareja dieron el golpe final para ganar (7:07.07) y conquistar la séptima plaza en la general y sumar así el tercer diploma olímpico en la carrera de Cid.

Tras ellas, llegaron las irlandesas (7:08.88), dejando sin diploma a las pupilas chilenas de Front (7:10.45). Cerraron la Final B, Chequia, Dinamarca y Gran Bretaña.