De ruta por Tarragona: La Vila Vermella

Prades, ubicada en un altiplano, a escasa distancia del punto más alto de las Muntanyes de Prades, se distingue por la coloración rojiza de sus edificios

14 noviembre 2024 09:42 | Actualizado a 14 noviembre 2024 09:47
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«Quan els homes del camp aixequen la vista de la terra que els alimenta, més que mirar el mar nebulós, tendeixen a contemplar la meravellosa, subtil i canviant silueta de les muntanyes» que [...] «perceben llunyanes, com si fossin una irrealitat, un somni llunyà». Este macizo de montaña prelitoral, descrito en la cita anterior por Josep Pla en Guia de Catalunya, formado por altiplanos, riscos y sierras, recibe su nombre de Prades, la población que otrora fuera capital del primer condado creado por un soberano catalán, en este caso Jaume II.

Este municipio ubicado en un altiplano, a escasa distancia del punto más alto de las Muntanyes de Prades, es distinguido por la coloración rojiza de sus edificios, un atributo que le ha valido el sobrenombre de la Vila Vermella. En la ruta de esta semana, exploramos los rincones más atractivos tanto de las calles del pueblo como de su término municipal, el mismo que posee un rico patrimonio natural al alcance de todos.

Aproximación a Prades

Quienes viven en la planicie del Camp de Tarragona, en especial en la comarca del Baix Camp, a menudo eligen visitar Prades tomando uno de los dos caminos siguientes: o bien por Cornudella de Montsant o bien por La Mussara.

La primera es la opción más breve si consideramos el tiempo del trayecto, pero no es la más corta por escasos kilómetros. Ese mérito le corresponde a la T-704, aquella carretera sinuosa que asciende a las alturas de la comarca pasando junto al despoblado de La Mussara. Cabe, por supuesto, añadir una tercera opción no menos interesante, acometer la escalada desde Alcover y descubrir antes Capafonts, el pueblo de belén del lugar.

Fue capital del primer condado creado por un soberano catalán, en este caso Jaume II

Tan pronto lleguemos, encontraremos un gran aparcamiento regulado en la zona norte, junto a la estación de servicio y el parque de bomberos. Será este punto el que tomemos de punto de inicio en nuestra visita a la Vila Vermella.

Las calles de la Vila Vermella

Penetra en Prades por la puerta de acceso norte de la localidad, la que conectaba el Baix Camp con la Conca de Barberà. Para hacerlo caminamos por el Carrer d’Ànguel Guimerà a fin de cruzar el barranc dels Bassots por el Portal o Planet del Pont, a cuya derecha está el edificio más antiguo de la villa, una construcción que nos retrotrae al siglo XIII.

Ya en el núcleo de población, antes si quiera de aproximarnos a la Plaça Major en la que destacan la iglesia de Santa María y la icónica fuente de Prades, podemos aprovechar nuestra situación para visitar los vestigios del castillo y la iglesia de Sant Miquel, ambos ubicados en el Carrer Costa del Castell. De acuerdo con la Guia de Prades de Antoni Jordà Fernández, editada por la Diputació de Tarragona, en el castillo hoy en ruinas residía el alcalde general de las Muntanyes de Prades e hizo las veces de sede de los condes hasta que la cancillería se mudó al castillo de Falset.

Finalmente, nos unimos al Carrer Major cruzando la Plaça de la Pau, donde estaba el antiguo mercado, para llegar al centro neurálgico de Prades, la Plaça Major, donde se celebraban los mercados y ferias medievales. A medida que nos aproximemos puede que nos sorprendan las dimensiones de la iglesia de Santa María, desproporcionadas si tomamos en consideración el tamaño que debía tener la población en su construcción.

Frente a su puerta advertiremos la fuente, una pieza destacada del renacimiento que adopta la forma del globo terráqueo y posee cuatro surtidores de bronce, cada uno de ellos alineado con un punto cardinal.

Finalmente, concluimos el paseo con el portal que ha dado la bienvenida a los turistas desde el siglo XIII. Se trata del portal donde se ubica la Creu del Terme.

Rutas por la zona

El término municipal de Prades goza de múltiples puntos de interés especialmente fotogénicos. Podemos unir algunos de los más destacados caminando hasta la Ermita de l’Abellera. De este modo descubriremos la ermita de Sant Antoni, la Roca Foradada, el lago artificial o Llac de Prades y el templo de Sant Roc para, finalmente, concluir en l’Abellera. Ahora bien, para acceder a su recinto es necesario pedir la llave en la Oficina de Turisme, ubicada en el Carrer Muralla, por donde entramos si venimos desde La Mussara.

Quienes busquen rutas de senderismo de mayor dificultad física pueden coronar el Tossal de la Baltasana (1.203 metros) o la Mola d’Estat o Mola dels Quatre Termes (1.117 metros), dos de los picos más singulares de las Muntanyes de Prades que pueden unirse en un único recorrido. Es más, el itinerario puede alargarse para sumar todos los puntos de interés mencionados, incluyendo además las Coves d’en Pere.

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