Un viaje en el tiempo para aprender y entrenarnos para la lucha es lo que plantea la exposición Exercicis de resistència, del colectivo CaldodeCultivo, que hoy (19 h) se inaugura en Mèdol, el Centre d’Arts Contemporànies de Tarragona, y que se podrá visitar hasta el 3 de septiembre.
El tarraconense y artista visual, Unai Reglero, y la colombiana y máster en Comunicación y licenciada en Ciencias Políticas, Gabriela Córdoba, hace más de una década que amplifican la voz de colectivos vulnerables de todo el mundo que ven amenazados sus derechos. Pero, CaldodeCultivo nació en Tarragona en 2006. «Durante cinco años estuvimos dando guerra en la ciudad, mientras que en 2011 viajé a Colombia donde conocí a Gabriela y refundamos el colectivo que ahora es más comprometido y político», recuerda el artista tarraconense afincado, a día de hoy, en Estados Unidos.
De este modo, Exercicis de resistència propone un recorrido multidisciplinar por más de una quincena de acciones entre Polonia, Colombia y Estados Unidos, a través de vídeos, fotografías, instalaciones y maquetas de algunas de sus intervenciones.
De la exposición, el director de Mèdol, Vicent Fibla, destaca como CaldodeCultivo «encuentra la motivación en la defensa solidaria de unos postulados que adoptan y hacen suyos, y las ideas y la praxis artística que pone al servicio de estas reivindicaciones son brillantes», mientras que la concejal de Cultura, Sandra Ramos, valora «la importancia de dar visibilidad y voz a artistas tarraconenses, pero también a artistas comprometidos y que quieren sacudir nuestras conciencias».
Resonancia global
De la exposición, Gabriela Córdoba afirma que es una demostración de qué manera «pequeñas historias nos pueden hablar del resto del mundo, invitándonos a reflexionar», a la vez que destaca que son un reflejo de «la fuerza de la gente para luchar, por lo que son ejercicios de resistencia que nos van a preparar para la batalla». Por su parte, Unai Reglero rememora que «estos proyectos surgieron en países donde ya gobierna la ultraderecha; y son un ejemplo de cómo la gente resiste, es decir, son acciones que amplifican la lucha a través de prácticas artísticas».
De este modo, la exposición muestra el proyecto Black Venus Protest que se remonta al año 2016 en Polonia. «El gobierno de extremaderecha intentó atacar las libertades sexuales y los derechos reproductivos. Cien mil mujeres salieron a las calles vestidas de negro para protestar, logrando que el gobierno retrocediera», recuerda Unai Reglero. Entonces, CaldodeCultivo se planteó como hacer una protesta cotidiana y continua que se mantuviera en el tiempo. De este modo, se articularon «performances y protestas improvisadas para apoderarse del espacio público, y que fueran replicables, y así fue como estas ‘células’ aparecieron en otras ciudades de Polonia, convirtiendo el Black Venus Protest en un movimiento feminista», detalló el artista tarraconense.
Él mismo define CaldodeCultivo como «una agencia de contrapropaganda, ya que utilizamos las mismas técnicas y estrategias que la ultraderecha emplea». Por este motivo, el artista apela al paso del tiempo como aliado para percatarse de «la resonancia y los efectos de cada uno de los proyectos», a la vez que «tienen un carácter de precreación histórica, es decir, tratan de crear mundos que nosotros quisiéramos ver o eventos políticos que puedan pasar en el futuro, por lo que son entrenamientos para resistir a las opresiones».
En conjunto, desde CaldodeCultivo señalan que «lo importante de los proyectos es ver cómo la gente se los apropia», como en el caso de Arriba los de abajo (Bogotá, Colombia, 2013).
«En este caso, la estructura que se creó contribuyó a crear comunidad y generar preguntas que no necesariamente nosotros respondemos, sino que sirven para saber cómo reacciona el contexto ante un tema del que no queremos hablar, que está olvidado o naturalizado».
Por último, entre las diferentes acciones de resistencia que se incluyen en la exposición también destaca el proyecto El Coliseo del Pueblo. «En Colombia, en 2016 se firmó el acuerdo de Paz con las FARC; pero, en cambio, empezaron a parecer activistas sociales asesinados, un total de 700 hasta 2019», explica Unai Reglero. En este contexto, CaldodeCultivo «ocupó el recinto deportivo El Coliseo del Pueblo, que convertimos en un espacio asambleario y un campo de entrenamiento para la batalla política, como metáfora de que la lucha por la justicia social se debe entrenar como si fuese un deporte de combate», concluye Unai Reglero.