Leneim; un movimiento para vestir con ética

La tarraconense Xènia Banús crea su propia marca de ropa con el afán de preservar el planeta y acercar un estilo de vida minimalista a los consumidores

17 octubre 2022 15:53 | Actualizado a 18 octubre 2022 07:00
Se lee en minutos
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

Acentuar el énfasis hacia un consumo consciente y guiar al consumidor hacia un armario más respetuoso forman el libro de estilo de Leneim, un movimiento para vestir con ética creado por la tarraconense Xènia Banús, que con solo 26 años se ha atrevido a emprender y a generar una etiqueta de ropa sostenible.

Formada en marketing y comunicación de moda, Banús se ha especializado en la gestión y la creación de marcas. Laboró durante tres años en una empresa online relacionada con el sector y, desde el pasado mes de febrero, inauguró la nueva aventura como responsable de su propio proyecto. Leneim se ha comprometido con los valores medioambientales. Se trata de marca libre de plásticos con diseños para todos los géneros, colecciones muy limitadas y producción controlada, casi bajo demanda. Con la utilización de materiales orgánicos (no contaminantes) y reciclados ha conseguido ahorrar hasta un 97% de agua. «Me gusta controlar todo el proceso de producción. Estoy implicada al máximo en este aspecto. Además trabajo en un pequeño taller de barrio con cinco costureras», refleja la empresaria.

La estrategia de la empresa pretende ser más que un proyecto de venta, su finalidad pasa por favorecer la economía local y defender la economía circular a través de un consumo más responsable. Antes de comprar resulta esencial seleccionar. Y si es necesario, preguntar o investigar dónde se produce y cómo se produce.

El producto local

Lenemim apuesta claramente por el producto de kilómetro cero, se ha comprometido con la materia prima que se realiza en Catalunya. Comprar una pieza de Leneim significa mucho más que comprar una prenda de vestir atemporal, versátil y cómoda. Se trata de apostar por el kilómetro cero, de apoyar a los pequeños negocios. «Creo que es importante comprometerse con lo que se hace aquí y, desde que inicié esta propuesta, así lo he hecho», refleja Banús.

Para ella, Leneim se convierte en la consecución «de un pequeño sueño que tenía guardado en un cajón. He destinado mis ahorros a esta idea y estoy satisfecha con el resultado que hemos obtenido en estos seis meses de camino», sentencia.

Segunda industria contaminante

El sector de la moda es la segunda industria más contaminante del mundo, 12 millones de toneladas de plástico acaban en el océano cada año y cada vez sobreviven menos especies en el planeta, imprescindibles para el futuro de la humanidad.

En este sentido, Leneim colabora con Fundació CRAM, enfocada a la conservación y preservación de la biodiversidad marina.

Existen datos demoledores que confirman la tendencia de contaminación preocupante. Por ejemplo, el sector provoca el diez por ciento de las emisiones mundiales de carbono; es la segunda manufactura que más agua consume y la responsable del 20% de la polución de los océanos; el 42% de las empresas no saben dónde ni quién fabrica su ropa; en el planeta hay 75 millones de trabajadores que se dedican a confeccionar ropa; del 98% de trabajadores desamparados, el 75% son mujeres. Todos estos registros, publicados en el libro La moda justa, de Marta R. Riezu, ensalzan ideas más equilibradas como la de Xènia Banús, no solo dispuesta ganar dinero con Leneim, también comprometida en la labor por un mundo mejor.

Comentarios
Multimedia Diari