La incidencia, la prevalencia, la supervivencia y la mortalidad son indicadores imprescindibles a la hora de analizar la evolución epidemiológica de la enfermedad. Así, desde el Servicio de Epidemiología y Prevención del Cáncer -cuyas instalaciones están en el Hospital Universitari Sant Joan de Reus- recopilan anualmente los datos para «hacer posible el control del cáncer en el conjunto de la provincia». De este modo, en cuanto a la incidencia del cáncer de mama de este año, el director, Jaume Galceran, señala que «es de alrededor de 610 casos nuevos». Una cifra que «regresa a la normalidad después de que en 2021 aumentara el número de diagnósticos, ya que, en 2020, como consecuencia de la pandemia, claramente, se diagnosticaran menos casos», explica el especialista.
En este sentido, es fundamental el Programa de Detección Precoz del Cáncer de Mama, que invita a todas las mujeres entre 50 y 69 años a realizarse una mamografía gratuita cada dos años. «No es que detectemos más casos, sino que lo que pretende el programa es detectar cuanto antes el cáncer, mucho antes de que presente síntomas», afirma Jaume Galceran.
En este sentido, «una de las principales ventajas del programa de cribado de este cáncer es que reduce la mortalidad, ya que, al diagnosticar precozmente, los cánceres son más curables». Actualmente, la cifra de defunciones se sitúa en 90 casos anuales.
En lo que se refiere a la supervivencia a 5 años, la estadística indica que ha mejorado a lo largo del tiempo. «En las mujeres a las que se diagnosticó un cáncer de mama entre 1990 y 1994, la tasa de supervivencia era del 77%; entre 2000-2004, ascendió hasta el 84%; y entre 2010 y 2014, el porcentaje alcanzó el 91%», detalla el director del Servicio de Epidemiología y Prevención del Cáncer.
En cambio, en lo que se refiere a la incidencia de la enfermedad en los próximos años, él mismo dice que «se calcula que se diagnosticarán cerca de 650 casos, como consecuencia de la mayor esperanza de vida y también de un repunte en la incidencia, que es del orden del 1,5% anual, mientras que la mortalidad disminuye del orden de un 3%».
Investigación
A todo ello, es clave la labor de investigación que se desarrolla desde el Servicio de Epidemiología y Prevención del Cáncer. «Por un lado, impulsamos investigación epidemiológica, es decir, observamos cómo evoluciona el cáncer al detalle, a través de la incidencia, la mortalidad y la supervivencia; y, por otro lado, también realizamos estudios de prevención, es decir, qué se puede hacer para mejorar la participación en el programa de cribado. Investigando los factores que hacen que las mujeres no participen, podemos modificar estos factores y fomentar una mayor participación», explica el especialista.
Por último, el Dr. Galceran también resalta los esfuerzos en la investigación de metodologías de la prevención: «Trabajamos en un proyecto para observar los metabolitos de la orina en mujeres con cáncer de mama y en mujeres sin cáncer de mama, para observar qué diferencias posibles existen, y de confirmarse, en un futuro, con un análisis de orina se podría llegar a detectar el cáncer de mama o estimar la probabilidad de desarrollar la enfermedad».