Bienestar digestivo y prebióticos en bebés

Estudio. La URV-IISPV evalúa la suplementación en niños de 6 a 14 meses y los beneficios en la flora intestinal

26 septiembre 2022 11:24 | Actualizado a 26 septiembre 2022 11:24
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Evitar el estreñimiento y mejorar la flora intestinal de los bebés es el objetivo del estudio PETIT, una investigación que quiere ayudar al bienestar digestivo de estos niños suplementando su dieta con un prebiótico. La investigación la encabeza un equipo de la Unidad de Investigación en Pediatría, Nutrición y Desarrollo Humano de la Universidad Rovira i Virgili y del Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili y también participan los hospitales universitarios Joan XXIII, de Tarragona, y Sant Joan de Reus. Para ello se necesita la participación de familias con bebés sanos de 6 a 14 meses, y que o bien ya toman muy poca cantidad de leche materna o bien se alimentan a base de leche artificial.

«Estudios anteriores en bebés de 0 a 4 meses, y en niños y niñas de 12 a 18 meses han demostrado la eficacia de los prebióticos a la hora de mejorar las características de las heces y los hábitos intestinales

«La hipótesis inicial se basa en que tomar este prebiótico contribuye a que las heces de los niños de 6 a 14 meses sean más blandas y que también mejore su flora intestinal, ya que hasta ahora los estudios previos han corroborado que existe una diferencia entre las heces de bebés alimentados con leche materna de los alimentados con leche artificial, en tanto que las deposiciones de los primeros son más blandas y más frecuentes, que es lo ideal. En cambio, las heces de los segundos tienen una consistencia más dura y a veces con menor frecuencia», afirma la nutricionista de la Unidad de Investigación en Pediatría, Nutrición y Desarrollo Humano (URPNDH) de la URV-IISPV, Mariona Gispert Llauradó.

Las personas que quieran participar pueden escribir un correo electrónico o bien pueden llamar o enviar un WhatsApp a los teléfonos 620 464 213 (Tarragona) y 680 648 164 (Reus).

«Estudios anteriores en bebés de 0 a 4 meses, y en niños y niñas de 12 a 18 meses han demostrado la eficacia de los prebióticos a la hora de mejorar las características de las heces y los hábitos intestinales. En concreto, corroboramos que, en los primeros meses de vida, añadir esta fibra a leches infantiles contribuía a que las heces de los bebés alimentados con leche artificial se asemejasen mucho más a los alimentados con leche materna. Ahora, con esta investigación, se quiere comprobar si una suplementación prebiótica es capaz también de ablandar las heces y mejorar la flora intestinal en bebés de 6 a 14 meses», detalla la especialista.

$!Se quiere comprobar si una suplementación prebiótica mejora la flora intestinal. foto: G.I.

En total, se necesitan 140 niños que durante cuatro semanas consuman un prebiótico que se puede mezclar con los alimentos, sin alterar su sabor y que está formado por una fibra dietética. «El prebiótico esinulina enriquecida con oligofructosa, se llama Orafti®Synergy1, y la dosis que administramos en el estudio es de 4 gramos al día, repartidos en dos veces, por ejemplo por la mañana y la noche», detalla la nutricionista, quien añade «mientras a un grupo de niños se le administrará la fibra, a otro grupo se les dará un placebo a base maltodextrina que es un azúcar».

Las familias participantes tendrán que realizar un total de tres visitas al hospital durante las seis semanas que dura el estudio. En estas visitas se hará un seguimiento del crecimiento y las heces del bebé y se realizará un pequeño cuestionario sobre alimentación, trastornos gastrointestinales y de comportamiento. Cada visita tiene una remuneración de 30 euros en concepto de gastos de transporte y tiempo dedicado a la participación en esta investigación. «En los cuestionarios preguntamos desde posibles problemas de estreñimiento de los progenitores hasta características basales del nacimiento (talla, peso) y tipo de parto», detalla Mariona Gispert.

Las personas que quieran participar pueden escribir un correo electrónico o bien pueden llamar o enviar un WhatsApp a los teléfonos 620 464 213 (Tarragona) y 680 648 164 (Reus).

En cuanto a este último aspecto, la especialista dice que «la flora intestinal de un bebé no es igual si el parto ha sido vaginal que si ha sido por cesárea. Más concretamente, un niño nacido por parto vaginal adquiere toda la flora intestinal de la madre a través del canal de parto, en cambio, si se trata de una cesárea, el bebé no obtiene la flora intestinal de la madre, sino que adquiere la flora procedente del ámbito hospitalario, por ejemplo a través del contacto con el médico especialista, la piel de la madre, etc.». Las familias participantes «también deberán registrar todo lo que comen y beben los niños durante 3 días, así como cuándo introdujeron la alimentación complementaria -fruta, cereales, carne, pescado, etc.».

Por último, la nutricionista hace hincapié en que «la leche materna ya aporta unos oligosacáridos que contribuyen a que crezcan unas bacterias beneficiosas para nuestro organismo, mientras que en los niños/as que no son alimentados de este modo, a través de los prebióticos podemos contribuir a que su flora intestinal sea más variada y beneficiosa».

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