El monumento dedicado a los castellers, obra de Josep Cañas (1905-2001), estaba muy afectado por la suciedad y los hongos a causa de la caída de las hojas de unos chopos que estaban enfermos.
Esa suciedad y el paso del tiempo afectaba a la piedra del monumento. El Ayuntamiento hizo un estudio de la obra para determinar si la afectación era superficial o había penetrado en la piedra calcárea procedente de Ulldecona.
Los trabajos han realizado un estudio de la piedra y se ha realizado saneamiento.
Una primera acción fue sin embargo la tala de los ejemplares de chopo que dañaban al monumento, como ya sugirió el grupo de Pel Vendrell Primàries. Se comprobó que los chopos no tenían solución por lo que se procedió a su retirada para evitar daños a la obra.
El objetivo de la intervención es recuperar el blanco original del monumento, además de evitar que pueda deteriorarse por la acción de los hongos.
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