Los comunes han diseñado una ley para garantizar que si el Hard Rock llega a ser una realidad tenga unos impuestos del 55%. Según ha avanzado el Diari Ara, En Comú Podem registrará esta mañana en el Parlament la iniciativa, que llega en plenas negociaciones con el Govern para los presupuestos.
En Cataluña los casinos pagan unos impuestos entre el 20% y el 55%, en función de su facturación. Pero en el 2014 el Parlament aprobó una ley –pactada entre CiU y el PSC- para realizar una rebaja a estos impuestos y pasar a un tipo único del 10% una vez que se pusiera en funcionamiento el complejo BCN World, que ha acabado siendo el Hard Rock.
La bajada drástica era un incentivo para garantizar que el proyecto se instalara en Barcelona.
Con la proposición de ley actual, los comunes quieren garantizar que esta bajada no se hará efectiva si se acaba sacando adelante el Hard Rock.
Concretamente, los comunes desean que se mantenga los porcentajes actuales, con impuestos del 20% de los ingresos en beneficios hasta 1,2 millones de euros; un segundo tramo del 25% en beneficios hasta los 2,2 millones de euros; un tercero hasta los 4,5 millones de euros, con un impuesto del 45%; y finalmente el último tramo, que es el que previsiblemente afectaría al Hard Rock, con un impuesto del 55% si se supera los 4,5 millones de facturación.
La proposición de ley se registrará este viernes por la mañana en el Parlament, mientras sigue habiendo negociaciones entre comunes y Gobierno para tratar de llegar a un acuerdo. Una de las cuestiones que encalla el pacto es, precisamente, el Hard Rock.
Los comunes exigen que no se apruebe el plan director urbanístico del proyecto mientras que el ejecutivo argumenta que se trata de un trámite técnico y no político.
El escollo sigue
El diputado y negociador de En Comú Podem, Joan Carles Gallego, avisa al Govern de que «hay que mover» con el Hard Rock para poder aprobar los presupuestos. En una entrevista en Ràdio Estel, aseguró que su partido estará sentado «hasta el último día» en la mesa de negociación con voluntad de acuerdo.
Pero ha dejado claro que es el ejecutivo que preside Pere Aragonès quien debe responder cómo piensa abordar el macroproyecto.
En este sentido, recordó que la semana pasada el Parlament aprobó una propuesta de resolución de los comunes que insta al Govern a detener los proyectos, como el Hard Rock, que consumen mucha agua teniendo en cuenta el contexto de sequía. «El Govern no puede mirar hacia otro lado», ha insistido Gallego.