Los comerciantes y vecinos de las calles Sant Pere, Roger de Llúria y Drassanes del puerto de Cambrils están disgustados con el Ayuntamiento por las luces navideñas. Este año estas vías no cuentan con el alumbrado que adquirieron ellos mismos hace más de quince años, una decisión que adoptaba el consistorio porque, según su versión, la iluminación está «obsoleta». Sin embargo, estos elementos se han instalado en otros puntos de la localidad, un hecho que les ha enfadado.
«Todos los comerciantes estamos dolidos porque estas luces son nuestras. Hicimos el esfuerzo de comprarlas para tener nuestras calles iluminadas y este año nos dijeron que las luces no funcionaban y que pondrían otros ornamentos, pero nuestra sorpresa fue ver que ahora estas luces están colocadas en la calle Hospital, en la Llosa y en Marcambrils. No entendemos porqué no se han instalado en nuestras calles como siempre», dice una de las comerciantes.
En su momento, prácticamente todos los comercios de la zona invirtieron 90 euros durante cinco años para adquirir estas luces que se repartían de la siguiente manera: nueve en la calle Sant Pere, once en Roger de Llúria y cinco en Drassanes. Cada año, la brigada de Serveis se encargaba de instalar y desinstalar el alumbrado y guardarlo en el almacén.
«El año pasado se colocaron sin problemas, por eso nos ha extrañado que este año no estén puestas. Si no van, que no las pongan, pero lo que no puede ser es que nos digan que no funcionan y después nos las encontremos en otras calles», afirman.
Los empresarios han hablado con el concejal de Promoció Econòmica, Juan Carlos Romera, y le han pedido que las luces vuelvan a su sitio el próximo año porque no están nada contentos con la iluminación actual.
Alumbrado «más eficiente»
Ante las quejas de los comerciantes, el edil explica al Diari que estas fiestas «se ha hecho un esfuerzo de más de 180.000 euros» para tener un alumbrado renovado.
«Toda la iluminación que no estaba en condiciones de ser colocada no se ha puesto. Tenemos que tener en cuenta que son luces que tienen cerca de veinte años, no son led, no son eficientes y cada año requerían de unos arreglos para poderlas instalar. Estos arreglos son más caros que la propia luz», señala Romera.
El concejal defiende la apuesta de su concejalía y de la de Serveis de tener un alumbrado nuevo, «mucho más eficiente, más bonito y actual». Según comenta, «era una reclamación de todos los comercios ya que durante estos años se había hecho esta inversión».
Sobre las luces de las calles del puerto, Romera asegura que los ornamentos que se han podido salvar han sido los que se han colocado en algunas calles de la localidad pero en el almacén están guardados el resto. «Lo que hemos hecho es sustituir estas luces antiguas por unas de bajo consumo», apunta.
