Es una serpiente constrictora que al tener más de 2 metros puede ser peligrosa para el hombre. La pitón de Birmania que ha llegado a Calafell está considerada potencialmente peligrosa precisamente por su tamaño y peso.
En los reptiles para la catalogación de potencialmente peligroso un condicionante es que supere en su etapa adulta los dos kilos de peso, excepto para la tortugas.
La serpiente ha llegado a Calafell después de que fuese encontrada en el asiente del copiloto de una furgoneta aparentemente abandonada en una calle Terrassa, posiblemente después de sufrir un accidente.
La Policía Local avisó a los agentes rurales que acudieron a la zona y vieron como la serpiente intentaba salir del vehículo por una ventana que estaba un poco abierta.
Los agentes rurales lograron hacerse con el animal y lo llevaron al Centro de Recuperación de Fauna Salvaje de Torreferrussa, en Santa Perpètua de Mogoda (Barcelona)
Allí se comprobó que la serpiente estaba enferma. Desde el centro de Torreferrussa se trasladó al animal al Centro de Investigación y Educación Ambiental (CREAC) de Calafell, especializada en reptiles y anfibios, donde se ha comenzado a intentar su recuperación.
La pitón de Birmania ya está en un terrario acondicionado a sus necesidades de temperatura y humedad. El ejemplar carece de chip y es de tenencia ilegal por lo que se han abierto diligencias por un caso de maltrato animal.
En el CREAC de Calafell reciben gran cantidad de animales procedentes de decomisos o encontrados en el medio y que han sido liberados de manera irresponsable. Ante la imposibilidad de devolver los ejemplares a su ecosistema natural son atendidos en el centro.
Hace unas semana el centro de Calafell ya recibió un varano del Nilo de más de un metro de largo y que es peligroso por su potente mordedura. El ejemplar que llegó al centro en mañas condiciones ya se recupera.