La consellera de Interior, Núria Parlon, ha confirmado este lunes 26 de agosto que el mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero, será el director general de la Policía, tal y como anunció Salvador Illa en la campaña electoral.
Además, Miquel Esquius será el nuevo comisario en jefe de los Mossos en sustitución de Eduard Sallent. Hasta ahora era el jefe de la región policial metropolitana sur. Cabe recordar que Esquius ya fue comisario en jefe del cuerpo, pero solo durante poco menos de un año, entre julio de 2018 y junio de 2019, cuando precisamente fue sustituido por Eduard Sallent. El exconseller de Miquel Buch (Junts) lo nombró y lo destituyó.
La número 2 en la prefectura será Alícia Moriana, actual comisaria de la región policial central y cercana a Trapero. Sustituye a Rosa Bosch en el cargo.
De hecho, Moriana se presentó contra Sallent para la nueva plaza de mayor del cuerpo que impulsó el anterior equipo del Departamento de Interior. Por otra parte, Tomás Carrión será el nuevo secretario general de la conselleria.
Parlon ha asegurado que con estos nombramientos, que este martes formalizará el Consell Executiu, se abre una “nueva etapa”. “Necesitamos nuevos liderazgos, nuevas formas, nuevas maneras de organizar la estructura de mandos”, ha dicho en rueda de prensa. La consejera ha considerado que la etapa anterior en los Mossos “está agotada”, pero ha agradecido el trabajo realizado por los mandos que serán destituidos al frente del cuerpo.
Es el caso de Pere Ferrer, hasta hoy director general de la Policía, de quien ha dicho que “ha hecho un muy buen trabajo”. Lo sustituirá Trapero, de quien Parlon ha destacado que tiene “conocimiento de la seguridad y el máximo rango en el cuerpo”. También ha indicado que “probablemente” ya no vestirá el uniforme de policía porque “pasará a ser un cargo político del Departamento
”.
De Esquius ha dicho que es “una persona con mucho conocimiento del cuerpo”, que ya encabezó durante poco menos de un año, y que tiene un talante “conciliador” y buena relación tanto con la judicatura como con la Policía Nacional y la Guardia Civil.
La consejera también ha insistido en que la llegada de Trapero a la Dirección General no minará el papel de la Prefectura, que será la “encargada de los operativos y de los funcionamientos propios del cuerpo de los Mossos d’Esquadra, entre ellos las materias judiciales”. “La independencia es absoluta y el mando del cuerpo depende de la prefectura que nombraremos en los próximos días”, ha subrayado.
El objetivo de los cambios, ha explicado la consejera, es “revertir la curva delictiva” en Catalunya en colaboración con las fuerzas policiales estatales y también “revertir la percepción de inseguridad ciudadana”. Esto pasa, según ha relatado, por “nuevas maneras de hacer” y “nuevos liderazgos” que permitan desplegar una policía de proximidad que trabaje “de la mano del mundo local”.
Entre estos delitos que preocupan al Govern están los derivados del crimen organizado, como el tráfico y cultivo de marihuana, y también los cometidos por “mafias organizadas”. “También aquellos pequeños delitos que preocupan y que generan muchos problemas en el día a día de los ciudadanos: hurtos, robos con violencia, agresiones sexuales, uso de armas blancas, peleas, robos en vehículos y allanamientos de viviendas”, ha añadido Parlon, quien ha advertido que estas situaciones “perturban la percepción de la seguridad en la vida cotidiana” y dificultan la convivencia.
Preguntada por los periodistas, la consejera ha confirmado su intención de crear una comisaría de la mujer que se ocupe especialmente de problemas que afectan a este sector de la población. Aun así, ha dicho que el proyecto no tiene nombre todavía y que tanto estos delitos como el resto deben ser “una tarea transversal de todos los departamentos de la Generalitat”. “No podemos exigir a los Mossos d’Esquadra que resuelvan los problemas de fondo”, ha advertido.
Sobre las cuotas reservadas a mujeres impulsadas por la anterior administración en procesos selectivos y en el organigrama, ha defendido como “importantísima” la “feminización del cuerpo”, pero ha pedido hacerlo para “obtener resultados”.
Los cambios en los cuerpos que dependen del Departament d’Interior quedan de momento limitados a los Mossos d’Esquadra. Los que Parlon tiene pensado hacer en los Bombers de la Generalitat y en otros entes como los Agents Rurals no se producirán hasta más adelante, previsiblemente hasta el fin del período vocacional.