Port Tarragona ha cerrado el ejercicio 2024 con un movimiento total de 32,33 millones de toneladas de mercancías, consolidándose como el sexto puerto del sistema estatal por volumen. Este resultado se apoya en el buen comportamiento de los tráficos estructurales, especialmente el crudo de petróleo y los productos químicos, que han marcado cifras históricas.
El crudo de petróleo alcanzó los 9,96 millones de toneladas, superando su récord anterior y representando el 31,5% del tráfico total del puerto. Por su parte, los productos químicos crecieron un 80,7%, hasta las 3,54 millones de toneladas, registrando también un máximo histórico y situándose como la tercera mercancía con más movimiento en el puerto.

En cuanto a los graneles sólidos, el tráfico de cereales sumó 5,67 millones de toneladas, convirtiendo 2024 en su segundo mejor año, solo por detrás de 2023. El trigo fue el cereal más manejado, seguido por el maíz, con un notable incremento en las importaciones desde Ucrania.
Por el contrario, el carbón y el coque de petróleo cayeron un 44,7%, quedando fuera del top 10 de tráficos del puerto. En su lugar, el mineral de hierro, con origen en Brasil, ha ganado protagonismo, con 660.000 toneladas en su primer año de operativa, y perspectivas de superar el millón de toneladas anuales.
En el ámbito de la carga general, el puerto sufrió una leve caída del 2,4%, vinculada al rescate de la concesión de la terminal de contenedores gestionada por DP World. Sin embargo, la carga no contenerizada creció un 6,7%, con subidas destacadas en productos siderúrgicos, pasta de papel y vehículos. El tráfico de automóviles alcanzó las 221.514 unidades, consolidando a Port Tarragona como el líder estatal en calidad de servicio logístico, según ANFAC.
La actividad de cruceros también batió récords, con 136.850 pasajeros y 63 escalas, superando las cifras de 2019. La naviera MSC Cruceros tuvo un papel clave, al operar 28 escalas como puerto base entre abril y octubre.
Fortaleza económica y plan de inversiones
En términos financieros, la Autoridad Portuaria de Tarragona (APT) registró ingresos por 60,75 millones de euros y beneficios antes de impuestos de 6,64 millones, lo que refleja una vuelta a la normalidad tras los picos excepcionales de los últimos dos años. La entidad redujo su deuda en un 11,1% y mantiene un cash flow de 27,21 millones de euros, sentando las bases para un nuevo ciclo inversor de 309 millones de euros en cinco años.
Entre los proyectos estratégicos, destaca la finalización del paso inferior en la C-31b para la futura Zona de Actividades Logísticas (ZAL), y los avances en la Terminal de Guadalajara–Marchamalo, cuya conclusión está prevista para el verano de 2025. Además, se encuentran en proceso la ampliación del muelle de Baleares, la tramitación del contradique de Ponent, y la electrificación de los muelles, a lo que se suman nuevas instalaciones fotovoltaicas y acciones de descarbonización.
En materia medioambiental y patrimonial, el puerto ha impulsado la creación del Parc del Port, la restauración de los Prats d’Albinyana, y la rehabilitación de la Torre de Virgili, con una inversión de 500.000 euros, cofinanciada por el programa ‘2% cultural’ del Ministerio de Cultura.