La multinacional química estadounidense Dow, con centros de producción en los polígonos Norte y Sur del polo petroquímico de Tarragona, recortará 1.500 puestos de trabajo en todo el mundo a lo largo de este año 2025. Y, aunque no entra en detalles, apunta a Europa. La razón es su clara falta de competitividad energética.
Así lo manifestó el pasado jueves Jim Fitterling, CEO de Dow, durante la reunión con analistas que precedió a la presentación formal de los resultados económicos de esta empresa en el cuarto trimestre de 2024, con una caída interanual en sus ventas del 2%.
«Si miras a la Unión Europea, obviamente, el desafío número uno es la competitividad energética», explicó a los analistas Jim Fitterling. El objetivo es ahorrar 1.000 millones de dólares en costes, donde la mayor parte (entre 500 millones y 700 millones de dólares) se producirá en servicios contratados y mano de obra de terceros. El resto, serán costes laborales directos, con una reducción de unos 1.500 puestos de trabajo a nivel global.
La excepción de Tarragona
Merodean los despidos, y la Unión Europea tiene las peores cartas en la partida que empieza. Aunque con excepciones. El polo petroquímico de Tarragona tiene una oportunidad. Y la tiene, claramente, a partir de las inversiones anunciadas esta semana por Repsol. Lo dijo de manera explícita Jim Fitterling, CEO de Dow, en su encuentro con analistas, en una alusión directa a las instalaciones de Dow en el polo petroquímico de Tarragona: «En términos relativos, España tiene actualmente una ventaja bastante decente desde el punto de vista energético».
«Así que, en ese sentido, estamos analizando con nuestros socios de Repsol -prosiguió Jim Fitterling- cómo reducir el coste combinado entre ambas partes en las operaciones en España», donde comparten instalaciones en el Polígono Norte del polo petroquímico de Tarragona.
En esas instalaciones, Dow cuenta con uno de los dos crackers (el segundo es propiedad de Repsol) que suministran buena parte de la materia prima (en forma de naftas) con la que se elaboran los polímeros del Polígono Sur.
En los planes de Dow está descarbonizar este cracker, en paralelo al esfuerzo de descarbonización y circularidad emprendido por Repsol en su complejo industrial, donde la inversión de más de 800 millones de euros de la Ecoplanta de El Morell es el ejemplo más reciente.