«Hace solo seis meses estuve a punto de retirarme. No pasaba de primera ronda. Pero hace dos semanas fui semifinalista (en Getxo) y ahora me veo vencedor aquí. Estoy superemocionado». Las palabras de Imanol López Morillo arrancaron una grandísima ovación del público que se congregaba en la central del Club Tennis Barà. Llegaron a lo más hondo del corazón de los aficionados, mientras a él se le humedecían los ojos al recordar lo mal que lo ha pasado. Así de cruel es la carrera de los centenares de jóvenes jugadores que tratan de alcanzar el profesionalismo y acaban quedándose en el intento. No es el caso de este joven balear de 23 años que se ha ganado a pulso una segunda oportunidad después de alzarse con el título en el Open Barà Costa Daurada, torneo del circuito mundial de la ITF sobre pista dura y dotado con 25.000 euros en premios.
López, que venció en la final al turco Cem Ilkel por un doble 6/4 después de dos horas de una intensa y vibrante final, se lleva el honor de ser el primer campeón de esta competición internacional de Roda de Berà, un premio en metálico de 3.239 euros exactos y, sobre todo, una extraordinaria dosis de autoconfianza y de que tiene posibilidades de progresar con su tenis agresivo y de pundonor.
«No tengo ninguna duda de que jugando así subirá muy pronto en el ránking mundial» dijo sobre Imanol (actual número 661 de la ATP) su rival y finalista, un Cem Ilkel que sabe muy bien lo que cuesta escalar y mantenerse entre los mejores.
Alta eficacia en el saque
El turco, actual 231º tenista mundial y que llegó a ser 144º en 2021, partía como favorito a la victoria. Su ránking no solo le situaba como primer favorito sino que había alcanzado la final de forma plácida, mientras que López tuvo mayores dificultades, en especial en las semifinales, donde batió en tres sets al checo Dominik Palan, segundo cabeza de serie.
Y lo cierto es que en los compases iniciales del partido Ilkel parecía predestinado al triunfo. Su alta eficacia en el primer saque y la facilidad con que había ganado sus dos primeros juegos al servicio, unido al mayor volumen de juego que necesitaba López para sumar sus puntos, así lo vaticinaban.
Pero el mallorquín, caracterizado por su fuerte pegada, fue de menos a más. Peleando cada bola como si fuese la última consiguió dar el primer zarpazo en el quinto juego, al romper el servicio de su rival. Justo antes había necesitado la asistencia de la fisio por unas molestias en la planta del pie que afortunadamente para sus intereses no fueron a más.
López se impuso en la final al turco Cem Ilkel por un doble 6/4 en un partido vibrante
Ilkem dispuso de una bola de break para devolverle la moneda con 4-5, pero López la superó y logró cerrar el primer set por 6-4 después de 45 minutos bajo un calor extremo que obligaba a ambos jugadores a hidratarse muy bien. Aunque como curiosidad, eso sí, el mallorquín prescindía de la sombrerilla en cada uno de los descansos.
La segunda manga mantuvo la tónica de la primera, aunque el tenista turco parecía desconectarse esta vez más de la cuenta por momentos, con continuos diálogos con su entrenador; no encontraba la fluidez que deseaba y tampoco esperaba a un López tan combatiente que no solo llegaba a la mayor parte de las bolas desde el fondo de la pista sino que además se estaba soltando con muy buenas dejadas.
El partido se mantenía de nuevo equilibrado. Imanol dispuso de bola de break para el 3-2 y Cem para el 3-4; y fue de nuevo el mallorquín quien consiguió la rotura a su favor, aunque en el noveno juego, para situar el 5-4. Supo rematarlo acto seguido para anotarse la victoria.
Que Imanol López tiene tenis lo prueba que este I Open Barà Costa Daurada es el tercer título del circuito mundial que conquista en su trayectoria. Con anterioridad ganó en 2022 en Torelló y en 2018 en Xàtiva.
Por cierto que su presencia en la final le obligó a renunciar a una wild card en el Challenger de Pozoblanco, un torneo de un escalafón superior.
Ilkem, que cuenta con cinco títulos en su trayectoria, cuatro de ellos sobre pista dura y el último en 2020 (el Quimper Challenger 80), prometió volver en 2024 para tratar de quitarse la espinita que le ha quedado clavada después de esta derrota.
Porque este Open Barà Costa Daurada tendrá continuidad el próximo año después de la buena experiencia de este año que ha dejado más que satisfechos al propio CT Berà, al Ayuntamiento de Roda y a todos los estamentos públicos y privados que han hecho posible esta edición.