El CB Tarragona no pudo debutar en Segunda FEB con victoria. Los azulados perdieron en el Serrallo ante un Bisbal, más hecho como equipo. El proyecto de Borja Comenge acaba de comenzar y necesita ajustar mucho todavía. Mientras que Carles Rofes dirige un grupo nuevo en la categoría, pero sobradamente conocido. Ni los buenos momentos de Luis García (8), Trouvé (7) y, sobre todo, Plitzuweit (20) fueron suficiente para ganar el primer envite de liga.
Plitzuweit volvió a ser el encargado de sostener al CB Tarragona en los primeros minutos de partido. El Bisbal entró mejor. Más atento que el equipo de Borja Comenge, incapaz de imponer la velocidad intensa que quieren patentar como rasgo distintivo de su juego.
El primer periodo se decidió en el poste bajo. En los duelos que se fueron produciendo en la pintura. Lamin Dibba se impuso a Kristensen que no conseguía detener la sangría de rebotes ofensivos. El pívot gambiano del Bisbal capturaba todo balón que salía rebotado del aro cebetista.
Borja Comenge introdujo a Ousmane Ndour para solventar el problema. El senegalés del CBT irrumpió con su habitual fuerza para, con cuatro puntos consecutivos, poner al equipo tarraconense por delante (16-12).
El CBT imponía el ritmo, pero Bisbal conseguía adaptarse y mantenerse en el partido. Las defensas se vieron agrietadas constantemente en un intercambio de golpes que acabó con 20-22 para los gerundenses en el primer tiempo.
El segundo parcial tuvo un nombre propio: Luis Garcia. El ala-pívot sevillano desató al CBT e inspiró la primera diferencia importante en el marcador para los del Serrallo. Dos triples, un robo y una asistencia a Trouvé dejaron el partido en 34-26, forzando al técnico del Bisbal a parar el choque en el ecuador del segundo periodo.
La reacción visitante llegó de la mano de Espinosa. Cinco puntos seguidos del alero obligaron al entrenador cebetista a llamar a filas a sus jugadores. Recuperaron el ritmo al partido para llevarse el parcial y marcharse al descanso con una ligera ventaja (45-42).
Como en el arranque del partido, el CBT no tuvo un buen inicio de segunda parte. Kristensen volvió a sufrir ante Dibba, que le endosó dos tapones de libro. El Bisbal comenzó a controlar el duelo. Sus ataques en estático eran efectivos, encontrando siempre al jugador adecuado. Dos tiros libres de Jaume Solé daban la ventaja en el marcador a los visitantes (45-46).
Atascados, el técnico cebetista volvió a tirar de Ousmane para equilibrar las fuerzas en la pintura. Pero los visitantes andaban mejor. Más confiados y con las ideas más claras. Se conocen desde hace años. Son un bloque con buena dinámica, desde el ascenso del curso pasado, y con unos automatismos asimilados. Una diferencia que se dejó ver ante un CBT joven y con mucho trabajo por delante.
La distancia de +5 (54-59) generó nerviosismo en la pista. Precipitaciones y prisas que no funcionaban. Mena puso ese punto de sensatez con un triple que cerraba el parcial en 59-60.
Final de infarto
El CBT chocaba ante un defensa intensa y no encontraba recursos. Estaba más entero el Bisbal que se iba a +7 (62-69) con seis minutos por disputarse. Las acciones defensivas no tenían continuidad en ataque y el marcador no se ajustaba. Hasta la irrupción de Plitzuweit. Dos triples del norteamericano igualaban el partido (73-73) con tres minutos por delante.
En un final de infarto, el partido se fue a una ‘tanda de tiros libres’. Torrent falló uno. No parecía importar. Con cinco segundos y dos de ventaja, se daba por sentado el triunfo visitante. Pero no. Treacy contó con tres tiros libre para darle la vuelta. Hizo dos. Suficientes para no perder y llevar el choque a la prórroga. O no. Torrent clavó un triplazo, pero para los colegiados, lo hizo fuera de tiempo. El partido ganaba cinco minutos más (79-79).
Una prórroga que pese a la decepción del triple invalidado, el Bisbal supo jugar mucho mejor para llevarse el triunfo.
El irlandés Treacy
tuvo tres tiros libres
para ganar el partido, pero le faltó anotar uno
tuvo tres tiros libres
para ganar el partido, pero le faltó anotar uno