La ultramaratón de montaña The Bandit ya tiene un ‘finisher’. El atleta letón afincado en Torredembarra Andris Ansabergs se convirtió en el ‘Carrasclet’ moderno al convertirse en el primer corredor capaz de recorrer los 185 kilómetros y 12.500 metros de desnivel positivo que componían la segunda edición de esta maravillosa prueba ideada por Marc Fernández a imagen y semejanza de la The Barkley Marathon norteamericana. Los corredores tenían un máximo de 50 horas para recoger los libros repartidos por la comarca del Priorat y la Serra de Llaberia. Ansabergs necesitó menos de 44 horas para completar las cinco vueltas. Una hazaña digna del Campeón del Mundo de Rogaines 2017 y sexto en el pasado mundial de Raids celebrado en Galicia.
La corneta del ‘Sunto’, señal de que la carrera iba a comenzar en una hora. A las 22:41 horas del viernes un trago de vino daba la salida a los 37 participantes de la segunda edición de The Bandit. Para empezar la lluvia, que aguantó hasta la mañana siguiente, dificultaron todavía más el tramo inicial de la carrera por la Serra de Llaberia. Un comienzo tan duro que únicamente once corredores pudieron superar el primer bucle. La segunda vuelta de las cinco calcaba la primera pero en dirección contraria. Una sorpresa a la que solo hicieron frente nueve participantes. La dureza y crueldad de The Bandit había podido con más de la mitad de los aventureros en un abrir y cerrar de ojos. El grupo se dividió. Al frente Albert Herrero, Javi Puit y Andris Ansabergs, seguidos del corredor de Porrera Víctor del Águila. Por detrás cerraban José Manuel Verdugo, Josep González, Antonio Morales, el canario Rafa Betancourt y el vencedor de The Longest Night, Oriol Antolí. Todos pudieron acabar el segundo bucle, aunque Águila se quedó fuera por no haber recogido las últimas páginas de los libros.
En este punto siguieron los abandonos. Como el de Albert Herrero que renunció a seguir. Solo Andris Ansabergs, Javi Puit, que fue uno de los dos corredores que logró mejor resultado en la primera edición de la prueba, Antonio Morales y Oriol Antolí. La segunda noche fue más plácida, sin las inclemencias temporales, pero con el peso del cansancio. Los cuatro pudieron acabar el bucle, aunque Morales y Antolí lo hicieron fuera de tiempo.
El mano a mano era entre el Ansabergs y Puit que después de conseguir tres libros más de la cuarta vuelta decía «basta». El letón era el último en mantenerse, sin atisbo alguno de debilidad. Completó el cuarto bucle con cuatro horas de margen y sin pegar ojo. Le bastaba una vuelta más para completar el reto.
Eran poco más de las 17.00 horas cuando Andris Ansabergs daba los últimos toques a la campana junto a la estatua de Carrasclet en la entrada de Capçanes con la satisfacción de haber podido culminar la aventura.
«No estoy enfadado de que haya conseguido ‘batirme’, para nada. Al contrario es un orgullo que el primer ‘finisher’ de The Bandit haya sido un profesional y campeón de Rogaines», aseguraba el organizador Marc Fernández..