Jaume Sorolla Menasanch (Tortosa, 21 años), pívot de 2,11 metros de altura que está en la Valparaíso University y juega en el Valparaíso Crusaders, ha terminado la temporada y ya se encuentra en su ciudad natal para disfrutar de los suyos y entrenar con Kiliam Riverol, actual jugador del CB Cantaires. El ebrense valora una temporada en la que ha seguido con su formación deportiva y personal.
Él mismo explica que «hemos jugado la Missouri Valley Conference, una liga que consta de diez equipos repartidos por toda la zona de América llamada Midwest, y perdimos en octavos de final contra Missouri State». El joven sigue diciendo que «empezamos ganando ocho partidos seguidos y después, por culpa de algunas bajas a media temporada y del alto nivel del campeonato, acabamos con un balance global de 15 victorias y 17 derrotas».
Por otro lado, a nivel individual, Sorolla apunta que «la campaña ha ido ligada a la trayectoria colectiva. Me considero un jugador de equipo y mi rol es ayudar en defensa a mis compañeros a defender a sus jugadores, y en ataque crear espacios para que puedan encestar o pasarme el balón para que yo haga un mate. En el último tramo de la campaña hice buenas estadísticas y no se transformaron en victorias».
A pesar de todo, Sorolla asegura que esta última temporada «he mejorado en la fuerza mental, porque hemos pasado por momentos duros en los que perdíamos muy a menudo y yo tenía que estar siempre al cien por cien, porque en dos días volvíamos a jugar».
Dentro de los aspectos a mejorar señala que «me falta progresar en mi mentalidad anotadora y buscar más oportunidades para sumar puntos».
Los estudios
Por ahora, Sorolla está en su tierra desconectando hasta que «el 1 de julio vuelva a Estados Unidos para realizar entrenamientos de verano mientras hago clases». El del Baix Ebre compagina el baloncesto con sus estudios de International Business (Comercio Internacional): «seguramente terminar la carrera el año que viene».
El tortosino seguirá militando en el Valparaíso: «porque creo que tenemos mucho recorrido por delante y aspiraciones de poder llegar al torneo final de la NCAA, algo que conseguiremos si ganamos la Missouri Valley Conference». Además, en el terreno particular espera «coger confianza en mí mismo y ganarme los minutos partido a partido».
Sorolla volverá a vivir la exigencia de combinar el deporte con los estudios: «es muy duro, y más cuando estoy intentando hacer una carrera de cuatro años en tres, pero por ahora se aguanta bien».
El descenso de Cantaires
Aunque está lejos de su casa, Sorolla siempre está pendiente del CB Cantaires, el equipo de su ciudad: «la verdad es que estoy triste porque creo que están haciendo un buen trabajo. Pienso que la liga EBA es perfecta para ellos, ya que han podido competir de tu a tu con casi todos los equipos. Espero que hagan un bloque para volver a subir».