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Los transportistas que circulan por la AP-7: «Ahora mismo es una de las peores carreteras»

Los camioneros también son víctimas de una autopista en la que se ha disparado el tráfico tras la liberalización de los peajes

06 marzo 2025 21:04 | Actualizado a 07 marzo 2025 07:00
Se lee en 2 minutos
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Dos de cada diez vehículos que circulan por la AP-7 en el tramo entre Martorell y Ulldecona son pesados. La caravana de camiones es constante. Una hilera de procesionaria que tiene dificultades para poder pararse en las estaciones de servicio, que tienen problemas de ocupación por el elevado tráfico.

Vehículos pesados procedentes de Francia, Alemania, Rumania o Serbia se encuentran en el área de servicio de El Mèdol, que es como una torre de babel. «Muy a menudo viajo a Portugal y, sin lugar a dudas, ahora mismo la AP-7 es una de las peores vías por la elevada densidad de tráfico», asegura Francisco Merino, quien conduce un camión lleno de chatarra.

Desde L’Hospitalet de l’Infant a La Móra la circulación se agiliza, ya que algunos se desvían por la A-7 como alternativa. En cambio, los dos carriles de les Terres de l’Ebre o la zona a partir de Tarragona hacia el norte son dos de los tramos más conflictivos. «Es muy sencillo. Si la gente va al supermercado y se encuentra con los estantes llenos o cuando compra por Amazon hacen falta camiones», argumenta Merino.

Este profesional explica como los accidentes también suponen un problema para ellos, ya que si quedan atrapados en una retención tienen que hacer equilibrios para cumplir con los tiempos de conducción que están regulados y controlados por un taquígrafo. Así, cada cuatro horas y media están obligados a hacer un descanso de 45 minutos, mientras que la jornada no puede sobrepasar las diez horas al día.

Esto es lo que acabará marcando el recorrido que finalmente podrán hacer en un día de conducción, teniendo en cuenta que en el caso de los largos desplazamientos deberán prever a dónde estacionar y a menudo no es fácil. «De día aún puedes parar, pero por la noche hay muchas veces que es imposible», dice Merino. En estos casos, toca estacionar en el arcén, en los espacios que quedaron libres cuando se desmantelaron los peajes, en las zonas de espera de la autopista o incluso en doble fila, teniendo en cuenta que cuando alguno de los compañeros arranque tocará despertar y desbloquear el paso.

$!Cristi es de Rumania y desde 2016 viaja por Europa. Condujo desde Alemania a Tarragona para descargar para Lidl. foto: Marc Bosch

Manolo Piedra suma una larga trayectoria y muchos kilómetros detrás del volante. Trabaja por una empresa que se dedica a la exportación de aceite de oliva extra, que principalmente viaja a Inglaterra. Esta semana iba con un cargamento desde Tortosa a Londres, un viaje que hace entre una y dos veces al mes.

«Es una carretera muy aburrida y buena, en comparación con cuando íbamos por la N-340. No es tan peligrosa para los accidentes que hay», indica. Desde la atalaya que constituye la cabina de este camión cisterna tiene una visión general de todo lo que pasa a su alrededor. «Realmente ves a muchos conductores que van con el móvil medio escondido para que no los vean, o como es una conducción muy aburrida llevan la pantalla y están mirando cualquier cosa». Esto puede acabar provocando más de un volantazo y «si llevas una cacharra de 45.000 litros una distracción de un segundo puede ser letal».

La vida detrás del volante para los chóferes que hacen desplazamientos de varios días es «solitaria» y «aburrida». «No concilias. A veces puedes estar veinte días fuera de casa, por esto la gente joven no quiere», argumenta.

Dos de cada diez vehículos que circulan por la autopista en el tramo sur son pesados

Cristi es de Rumania y desde 2016 que viaja por toda Europa. Cuando acaba un trayecto espera recibir una nueva orden que le dirá a dónde tendrá que cargar de nuevo y hacia dónde tendrá que dirigirse. En este caso llegó procedente de Alemania para descargar para Lidl, en Tarragona. Preguntado sobre la conducción en la AP-7 asegura que «la parte española es más segura que en otros países».

Francia, a pesar de que tiene buenas estaciones de servicio, «siempre tiene mucho más tráfico», ya que no deja de ser un país de paso para estos trayectos de largo recorrido. En cambio, entre los profesionales del volante Alemania tiene fama de «áreas de servicio muy pequeñas, en las que no cabemos».

Procedente de Talavera de la Reina, Coque está de paso por la AP-7 para llegar a descargar un camión de hierro a Breda. «Hacía cuatro años que no pasaba, aunque es una carretera que he hecho mucho», argumenta. La primera cosa que le ha llamado la atención es «el elevado tráfico» y que muchos de los vehículos pesados son internacionales. «El problema es que hay mucha gente nueva, que no está habituada a conducir y que después adelantan o aceleran y de repente frenan».

Para los turismos, el problema son los camiones. Estos profesionales consideran que, más allá de las distracciones, el debate que debería abrirse es el de los turismos que van por el carril del medio.

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