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«Seguiré con el coche y si veo que hay una normalidad, y que los trenes van según el horario, volveré al tren»

Hoy está previsto el restablecimiento del servicio ferroviario entre Tarragona y Barcelona, tras más de cinco meses de obras y con importantes afectaciones y obras todavía pendientes

02 marzo 2025 20:02 | Actualizado a 03 marzo 2025 07:00
Se lee en 4 minutos
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Tras más de cinco meses de obras, hoy a las 14.40 horas de la tarde saldrá desde la estación de Salou-PortAventura el primer tren que enlazará Tarragona con Barcelona a través del túnel de Roda de Berà. A falta de las pruebas comerciales que tienen que hacerse esta mañana, y que tienen que dar luz verde al restablecimiento de la circulación, este será un primer paso de cara a la recuperación de una normalidad en el servicio que todavía no será definitiva y aún está lejos para el corredor sur.

Las obras y las afectaciones de cara a los usuarios todavía seguirán algunos meses. Una prueba de fuego de cara al servicio de Regionals, que tiene encima de la mesa el gran reto de recuperar la confianza de los viajeros.

Según los últimos datos del Departament de Territori de la Generalitat, desde que se iniciaron las obras el pasado 1 de octubre y se puso en funcionamiento el Pla d’Alternatives de Transport, el sistema de Regionals ha perdido alrededor del 30% de los viajeros en este corredor. Muchos de estos se han buscado la vida, ya sea con el Avant, los autobuses directos, volviendo al vehículo privado o directamente alquilando un piso en Barcelona o haciendo más días de teletrabajo.

El cansancio y el agotamiento de los usuarios, especialmente entre los que utilizan este servicio a diario para ir a trabajar, se hace más que evidente. Este ha sido el corte programado más importante que se ha hecho hasta el momento en Catalunya, con afectaciones sobre la R-14, R-15, R-16 y R-17.

Cerca de 15.000 personas al día se han visto afectadas por unos trabajos que deben permitir la salida de las mercancías del Corredor del Mediterrani y que generan muchas reticencias. «Son unas obras que no son para los usuarios. Aún estamos intentando saber en qué nos beneficiarán», lamentaba la portavoz de la plataforma Dignitat a les Vies, Ana Gómez Llauradó.

«Entre semana el 98% de la gente que utiliza el tren es para ir a trabajar y cuando subes no sabes nunca en qué condiciones viajarás ni si vas a llegar a la hora», añade Gómez Llauradó, quien representa a un colectivo que en el último año ha levantado su voz por las incidencias y los retrasos sistemáticos del servicio. ¿Qué harán los usuarios a partir de hoy? ¿Cómo han vivido estos meses de corte?

Eli Acedo

«El tren te limita. He decidido dejar de trabajar en Barcelona»

Eli Acedo ha dicho basta. Tras dos años y medio haciendo el trayecto a diario entre Reus y Barcelona –estos últimos meses en autobús hasta Sant Vicenç de Calders– ha decidido dejar la plaza que tiene como funcionaria en la capital catalana y apuntarse a listas, a la espera de que la llamen para un puesto más cerca de casa.

«Después de ocho horas trabajando quería llegar a casa, porque además estoy estudiando y tengo una vida, pero sientes como el tren te limita», explica. Esta joven explica que se levanta todos los días a las cuatro de la mañana, para coger el tren una hora más tarde, llegando pasadas las 18 horas. Durante los primeros días del corte en algunos casos tardó más de tres horas para hacer el trayecto, lo que acabó generándole una hipertensión que derivó en un problema de ansiedad por el que está recibiendo tratamiento

$!«Seguiré con el coche y si veo que hay una normalidad, y que los trenes van según el horario, volveré al tren»

Al final, el pasado mes de diciembre decidió que quería hacer un cambio de vida que pondrá en práctica a partir de junio. «Sé que el trabajo que te ofrece Barcelona no es el mismo que podré tener en Tarragona o Reus, pero no puedo permitirme un piso allí y la solución ha sido dejar el trabajo», lamenta.

Para evitar la situación que pueda producirse en este primer día de arrancada ha decidido cogerse fiesta. El miércoles volverá a subir al tren para ir a Barcelona. «Ya llegaré cuando pueda, la doctora me dijo que tenía que relajarme y tener paciencia, que me lo tome con calma y me ponga a dormir, ya que no depende de mí», manifiesta.

Esta usuaria confiesa que el restablecimiento del servicio ferroviario «es un tema que me genera mucha inseguridad». No obstante, la única cosa que pide es que «pueda llegar a Sants a las 7.09 para poder entrar a y media a trabajar».

Elena López

Elena López es vecina de Altafulla y trabaja en Barcelona. Cuando empezó el corte de vías solicitó adaptar su jornada laboral, pasando a trabajar tres días desde casa y los otros dos de forma presencial en la oficina.

«La duración del trayecto es una barbaridad y no tenía la certeza de cuándo llegaría el tren porque siempre falta información», explica. Así es que decidió que durante estos meses utilizaría el coche particular. Esta madre con dos hijos de dos y cuatro años denuncia la imposibilidad de conciliación que le comportaba ir a trabajar en tren. Así es que a partir de esta semana lo tiene muy claro: «Esta primera semana seguiré con el coche particular y esperaré a ver cómo funciona. Cuando vea que haya una normalidad y unos horarios que me aporten tranquilidad volveré al tren».

Hace ocho años que hace el desplazamiento y asegura que «estaba muy a gusto», pero estos dos últimos años han sido «horribles». Con el corte de vías, el desplazamiento desde Altafulla a Barcelona ha supuesto un incremento de tiempo que en muchos casos se ha traducido en casi dos horas y media de viaje. Esto ha hecho que muchos de los usuarios tanto de este municipio como de Torredembarras se hayan organizado y hayan tirado de Renfe Car, compartiendo coche y gastos.

López ha sido una de estas usuarias. «Ojalá nos equivoquemos, pero la mayoría no tenemos demasiada confianza en que esto funcione», dice. Lo que piden es claro y aparentemente debería ser sencillo: «Queremos saber a qué hora saldrá el tren y a qué hora llegaremos, y en el caso de que se produzca alguna avería que se nos informe».

Usuaria de la R-15

«Toda mi vida giraba alrededor del tren. Hoy no me puedo montar»

Esta usuaria de la R-15, que prefiere mantenerse en el anonimato, lleva desde octubre de baja a raíz de la ansiedad que le provoca viajar en tren. «Hoy no me puedo montar porque me ahogo, cuando antes no había tenido nunca ningún problema», explica.

Cuando empezó a ir a trabajar a Barcelona, el servicio asegura que iba «bien» y no tenía ningún problema. Pese a ello, poco a poco «empezó a fallar» y un desplazamiento que en teoría tenía que durar poco más de una hora y veinte empezó a convertirse en su peor pesadilla. «Me he quedado tirada tantas veces, un día porque se rompe el tren y te hace bajar, el otro porque no pasa, después te dicen que vendrá un bus que no llega nunca...».

Todo esto empezó a traducirse en un «agobio» y una «presión» que desde las 3.30 horas de la mañana, cuando se levantaba para pasear el perro e ir a coger el tren, hasta las 19 horas, que se ponía a cenar para volver a madrugar le acompañaba durante todo el día. «El desplazamiento era mi obsesión», dice. Hasta que llegó un momento en el que esta sensación no podía quitársela ni durante los fines de semana. «Siempre estaba con el dilema de si descansar porque estaba agotada o hacer algo, aunque al final me pasaba todos los fines de semana preparando la comida por si pasaba algo», manifiesta.

Esta usuaria de tan solo 34 años asegura que al final todas las decisiones de su vida «estaban relacionadas con el tren». Hasta tal punto que incluso llegó a comprarse un congelador para que durante la semana no tuviera que preocuparse para la comida.

«Los fines de semana estaba en casa y me pasaba el rato mirando la app a ver cómo iban los trenes y cada vez que había incidencias o retrasos pensaba en la pobre gente que iba montada». Su objetivo ahora es «ponerse bien» y que, dando a conocer su experiencia, pueda contribuir a «que se visualice el problema y pueda ayudar a la gente para que se arreglen las cosas».

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