El tamaño no importa. El placer es irresistible, sea un bombón o una tableta de chocolate. Lo importante es dejarse sorprender por afrodisíacos sabores y texturas. Dejen volar la imaginación y disfruten de la pasión culinaria por el chocolate.
«Cuando no encuentres las palabras, el chocolate puede decir mucho», afirma la escritora Joan Bauer. El lenguaje del cacao es universal: pasión y felicidad. El irresistible gusto por la pastelería llevó a Llorenç Peral a abrir Els Perxis (Flix). «Aunque nadie de mi familia es del gremio, tengo un especial recuerdo de las magdalenas y biscuits de chocolate de mi abuela», rememora. Nada mejor que el sabor de los recuerdos para dejarse llevar por una cascada de creatividad.

Llorenç Peral se relamió profesionalmente en la Escuela de Pastelería del Gremio de Barcelona y en la Casa Cacao de Girona, propiedad de los hermanos Roca. «Fue cuando decidí que quería ser pastelero, sí o sí», afirma. Las cosas claras y el chocolate espeso.
Fruto del amor por la esencia del cacao, el pastelero se ha declarado al Bean to bar (del haba de cacao a la tableta de chocolate), la forma más pura y respetuosa de elaboración. Un amor incondicional que desata pasiones en el paladar. «Al tostar los granos de cacao a baja temperatura los sabores se desarrollan más, evocando frutos rojos y tropicales». Un elixir con el que llegar al alma.

Así fue como Llorenç Peral cayó en la tentación de participar en la segunda edición del concurso Mejor Bombón Artesano de España 2025, del que resultó uno de los 34 finalistas. «Busqué tres texturas diferenciadas; por un lado, un ganache de chocolate negro con una base de agua; después, una galleta florentina de miel y almendra que trituré y mezclé con chocolate negro; y por último un gelificado de cítricos y jengibre», detalla. Un Ménage à trois irresistible.
De Masterchef a El Perelló
Ingeniero de formación y pastelero por pasión. El pastrychef David del Campo ha volcado todo su corazón en CAMPITÖS pastry & choco, en El Perelló. Tras su paso por Masterchef, también cumplió su sueño: abrir una pastelería. Como una paloma, símbolo de amor y fidelidad, cogió al vuelo la oportunidad: «La chocolatería me apasiona y la bombonería de autor todavía más», asegura.

Tabletas de chocolate, esféricos de frutos secos y cereales y una legión de bombones invocan un sinfín de sabores auténticos. «El sabor es lo más importante; una tartaleta de frutos rojos debe saber a frutos rojos; y en una tarta de queso con crema de avellana debe predominar el sabor a fruto seco», afirma David del Campo. Él mismo asegura que «para endulzar el paladar no hace falta añadir tanto azúcar ni abusar de él. Hace su función, pero el exceso no forma parte de nuestro juego».
Siguiendo esta partida, se presentó al Concurso Mejor Bombón Artesano de España 2025, quedando finalista. Los bombones son su ADN y los productos de proximidad todo un culto entre sus manos. «El bombón que presenté era una versión encapsulada, y deconstruida, del tradicional pa amb oli, xocolata i sal. Un bombón con tres capas en su interior, en las que se podía apreciar diferentes texturas y sabores. Por un lado, idee una mermelada de aceite, incorporando zumo de pera para darle una textura más cremosa; en la segunda capa, un ganache de chocolate 70% con un aceite de oliva Sevillenca o Salivenca, una aceituna con D.O. Baix Ebre. Para la tercera capa partí de carquinyolis que refiné hasta lograr una pasta a la cual incorporé manteca de cacao y así poder hacer una galleta semisólida con todo el sabor del carquinyoli», describe.
Una obra de arte de 13 gramos con la que quedarse con la boca abierta. Por ello, «el logo de la pastelería es una Ö; los dos puntos son los ojos y la O representa una boca abierta, queremos sorprender al cliente», asegura.
«En bombonería buscas una explosión de sabor; la primera capa de chocolate atemperado debe ser crujiente y fina, y el interior un estallido de sabor», afirma David del Campo. Todo un rompecorazones del chocolate.

Decía el filósofo Blaise Pascal que «el corazón tiene razones que la razón ignora». De la bombonería, David del Campo es adicto a la técnica. «Lo que me enganchó fue buscar la perfección, es decir, todo lo que conlleva el rango de temperaturas para lograr una brillantez y colores únicos en los bombones», afirma el pastrychef.
Por sus venas sigue corriendo sangre de ingeniero: «De la misma manera que la ingeniería se basa en patrones y secuencias, en la chocolatería debes ser tan o más preciso para obtener un resultado óptimo», añade.
Estudiar es fundamental. «Todo el mundo puede seguir una receta, pero lo que no sabe hacer todo el mundo es formularla; como cocinero debes saber crear recetas y para ello hay que estudiar la técnica; solo así te enamorarás como yo de la chocolatería», afirma.
Dense el gusto y derrítanse de placer.

Restaurantes: L’Ànima y Casa March, cercanía
«El Restaurant L’Ànima de Flix es uno de mis preferidos. La relación calidad-precio del menú semanal es muy buena. También me resulta interesante la oferta gastronómica de Casa March, que destaca por la combinación creativa de la cocina japonesa y la de territorio con producto de proximidad», detalla Llorenç Peral.

Un plato: pasta a la boloñesa con carne de proximidad
«Soy muy fan de la pasta. Por esta razón, varias veces a la semana me gusta prepararla. De todas las salsas la boloñesa es una de mis preferidas. Valoro que la carne sea de proximidad y que la salsa de tomate también sea casera», confiesa el pastelero de Flix.

Un postre: mousse de chocolate con sabor intenso
«Me gusta la mousse de chocolate con un porcentaje de cacao elevado. Debe ser aireada, pero no demasiado. Por ello, la preparo con crema inglesa», explica Llorenç Peral.