En ese mortero los alumnos de las escuelas de El Vendrell marinan poco a poco y con empeño historia. Una amalgama de tradición, cultura, territorio... ingredientes para formar una identidad de El Vendrell. Componentes necesarios para conformar un resultado único. Una mezcla que atesora un pasado que se mantiene hace unos siglos
Los cursos para aprender a elaborar xató, la receta típica del Penedès a base de escarola, atún, bacalao y salsa xató y de la que El Vendrell reivindica su paternidad, han comenzado en todas las escuelas de la localidad.
Hasta el pasado año los cursos se ofrecían como actividad extraescolar, pero ahora se han incorporado al horario lectivo en todas las escuelas.
Una lección de historia
El objetivo es que los escolares conozcan y aprendan a elaborar una receta que además les permite una lección de historia.

Porque el xató hermana una tradición marinera y agrícola. Con productos de temporada y de proximidad. Y en algunas escuelas hay huertos donde crecen esos productos. Porque en el Penedès hubo una época en la que la pesca y la agricultura eran la principal actividad. Y porque el xató celebraba la apertura de la bota para probar el primer vino de la temporada.
Llevar el xató a las aulas permite implicar a los más jóvenes con la tradición. Hacerles protagonistas. Saber el por qué de esa salsa y ese plato típico del invierno. Porque antes de tener la maza del mortero e la mano en clase han tenido una apasionante clase de historia que acaba convirtiéndose en salsa.

Han aprendido la receta y que en las playas de El Vendrell había un puerto desde el que salían las botas de vino y aguardiente y allí los pescadores y marineros ya preparaban el plato. De hecho el nombre de xató podría venir de la expresión aixatonar la bota, que era pincharla para extraer el caldo.
En todas las escuelas suena el repicar de las mazas contra el mortero para formar esa salsa que sabe a historia. Y que integra además a las familias que han llegado hace poco a la localidad. Los más pequeños serán los encargados de llevarla a sus casas.

«Se ha decidido llevar los cursillos al horario lectivo de todas las escuelas para ayudar a mantener la tradición», explica uno de los maestros xatonaires que explican a los más jóvenes los secretos de la receta. Y las leyendas entorno a ella para hacerla más apetecible de conocer y de aprender.
Los cursillos en las escuelas son además una previa y preparación para la Xatonada Popular que se celebrará el 23 de febrero en la Rambla de El Vendrell donde los jóvenes tienen su protagonismo con la exhibición de Xatonaires infantiles.