Han pasado cuatro años desde que Good Karma Projects pusiera en la palestra, allá por el 2018, un problema endémico de nuestras playas desde que conviven con la industria petroquímica; la presencia de pellets. Desde entonces, la entidad ecologista de la Costa Daurada no ha cesado de organizar limpiezas y tratar de buscar soluciones a los vertidos de estas microesferas de plástico que se cuentan por millones en nuestro litoral. Ayer, Good Karma dio un paso más, uno gigante, para poder atajar esta problemática que alcanza espacios naturales protegidos desde el Delta de l’Ebre hasta Menorca.
La organización reunió ayer en el Castell de Vila-seca a administraciones públicas, desde el Ministerio de Transición Ecológica a la Generalitat, empresas del polígono petroquímico y entidades del tercer sector para darles a conocer los resultados de una profunda investigación que ha llevado a cabo sobre este tipo de contaminación en el Mediterráneo occidental. El estudio, bautizado como #Medpellets, se puso en marcha el pasado mes de enero y se centró en el litoral de Tarragona y el norte de las Islas Baleares.
Durante los seis meses que ha durado la investigación, el equipo científico de Good Karma ha podido comprobar que se producen llegadas permanentes de pellets en las cuatro playas donde llevó a cabo los muestreos (la Mora y Llarga, en Tarragona, la playa de La Pineda y la playa de Cavalleria, en Menorca). El estudio, tal y como expuso la coordinadora científica Marta Sugrañes, concluye que los episodios de grandes lluvias están directamente relacionados con la llegada de pellets a las playas.
Gracias a la ciencia ciudadana, de hecho, la entidad ha podido identificar hasta 22 puntos de acumulación de pellets de plástico en el territorio, con focos importantes en rieras y barrancos en el entorno del polígono petróquímico que van a desembocar directamente al mar.
«Hoy damos un gran paso. Ha sido largo y difícil poder llegar a poner el problema encima de la mesa», reconocía Jordi Oliva, cofundador de Good Karma Projects tras la presentación de resultados. «Todo el trabajo de estos años ha sido para hacer visible una problemática que tenemos desde que llegó la industria del plástico y que era invisible», expuso.
«Hemos conseguido reunir por primera vez a todas estas partes para empezar a tratar temas como son la regulación o la implantación de nuevas medidas para evitar estos vertidos», celebraba, al tiempo que animaba a que Tarragona se convierta en un referente mundial en la prevención de este tipo de contaminación que se ha convertido en una preocupación ambiental en todo el mundo. «Hemos hecho visible que existe este grave problema ambiental y esperemos que, a partir de ahora, se trabaje de una forma más abierta y más transparente», pidió.
El alcalde de Vila-seca, Pere Segura, también se sumó a la petición de un marco normativo que regule este tipo de vertidos y agradeció la implicación de algunas de las empresas químicas del territorio. «Las que no están comprometidas y no están haciendo sus deberes, no les queda más remedio que hacerlo», dijo. Segura catalogó la presentación de ayer como «un antes y un después» para «un problema de gran alcance que tenemos que afrontar entre todos», señaló.