El torrente del Lluch de El Vendrell es una vía de desagüe natural para las avenidas en caso de lluvia intensa recogiendo las aguas del interior de la comarca y que desemboca en la riera de La Bisbal, junto a la playa de Les Madrigueres. Por su naturaleza debería estar seco. Pero hace años que tiene caudal constante que procede de la depuradora de Santa Oliva que libera el agua saneada.
El objetivo era que ese caudal recargase el acuífero hasta su llegada al mar. Pero genera problemas. La escasa pendiente motiva zonas de agua estancada, lo que favorece al asentamiento de mosquitos.
Además en algunos tramos había vertidos ilegales que provocaban malos olores y suciedad. El Ayuntamiento y la Agència Catalana de l’Aigua (ACA) revisaron el cauce en El Vendrell y detectaron dos puntos de vertidos.
Mala conexión
Uno estaba motivado por una mala conexión, desde hace décadas, de dos bloques de viviendas (65 pisos) en la zona de Ca l’Escori. En lugar de verter aguas grises a la canalización de residuales lo hacía a la de pluviales y llegaban al torrente.
Era agua de duchas, lavamanos o lavadoras pero que nunca debía de haber llegado al torrente. El consistorio alertó a los vecinos, que desconocían la situación, y voluntariamente han pagado la conexión a la red de residuales que lleva el agua a la depuradora.
Sellado
Se ha detectado otro vertido que procede de casas de la zona del Pèlag y que deben identificarse. Con esos sellados se eliminarán vertidos que generan mal olor y afectan a la calidad del agua.
A partir de ese momento se impulsará una acción para evitar el estancamiento del agua y favorecer una oxigenación que dificulte el asentamiento de mosquitos. Esa intervención se plantea con sistemas de ingeniería verde ya que se descarta cimentar o canalizar el lecho porque esas obras no dan resultado.
El Ayuntamiento encargará un proyecto que facilite el caudal creando pequeños saltos de agua suficientes para la oxigenación. Con una avenida constante deberían evitarse los problemas que denuncian los vecinos, principalmente por los mosquitos.
Con el proyecto redactado el objetivo es un acuerdo de custodia de espacios fluviales con algún grupo que se encargue de la protección y naturalización del torrente desde la depuradora de Santa Oliva hasta su desembocadura.
Naturalización
El torrente ya no es torrente. Funciona como un río y como tal debe interpretarse. El acuerdo de custodia debe contemplar la naturalización tanto con especies de ribera como incluso asentando cajas nido para murciélagos que ayuden al control de insectos o retirar las zonas cimentadas como hay junto a los bomberos.
La intervención debe permitir ganar un corredor fluvial natural integrado en la trama urbana y que años atrás era una seca lengua de piedras.