El documental sobre la estancia en Coma-ruga del que fuera presidente argentino Juan Perón y de su tercera esposa Isabel, llegará a Hollywood.
El documental Buenos días, Sr. Presidente, que surge tras un reportaje del Diari, ha levantado el interés de la distribuidora Adler & Associates Entertainment, con sede en Los Ángeles, para llevarla a festivales y mercados audiovisuales de todo el mundo.
La situación de pandemia y los obligados confinamientos ha motivado un creciente consumo de contenidos de plataformas digitales. Ahora, además de películas, las distribuidoras buscan cortometrajes y documentales.
El director de cine de Segur de Calafell, Laureano Clavero, que ha dirigido Buenos días, Sr. Presidente, ya había trabajado con la distribuidora que se ha interesado por el documental que recuerda esa estancia de Perón en Coma-ruga y que es muy desconocida. El cortometraje podrá verse es festivales como el American Film Market, Los Ángeles, Cannes, Hong Kong Film Market, en Berlín o en México de la mano de la distribuidora.
A estos certámenes acuden plataformas como Netflix para buscar material que ofrecer a sus abonados. «Hay una gran demanda de contenidos. La gente está mucho en casa y pide material. Los documentos históricos tienen una gran salida esa es nuestra línea en Miraud Producciones», explica Clavero. Para el director de cine es también una oportunidad de dar a conocer a Coma-ruga a nivel mundial.
Por Trillas
La visita de Perón a El Vendrell fue en 1964. Llegó de la mano de Andrés Trillas que con 14 años emigró a Argentina para intentar hacer fortuna. Allí llegó a ser propietario del Cabaret Tabaris, el más selecto del país y que frecuentaba Perón. Entre ambos surgió una gran amistad.
Trillas regresó a El Vendrell y junto a sus hermanos impulsó la urbanización de Coma-ruga donde una zona de ocio se llamó Tabaris.
En 1964 Perón estaba en el exilio, pero no tenía problemas por estancias en la España del régimen franquista. Había sido derrocado en Argentina y podía correr peligro su vida, por lo que sus movimientos eran muy secretos.
En Coma-ruga, Perón e Isabel estuvieron en Villa Buenaventura, un caserón que se conserva, hoy como restaurante, frente a la playa y el riachuelo. Se cree que fue con motivo de uno de los tratamientos que Perón seguía en la clínica Puigvert de Barcelona.
Estando en Coma-ruga lo atendió Victorio Carbonell, entonces un niño que trabajaba en un hotel junto a la casa. Fue el encargado de llevarles la comida. «Buenos días señor presidente», dijo Carbonell a Perón cuando abrió la puerta.
De ahí el nombre del documental que dará a conocer a Coma-ruga en los principales festivales de cine y plataformas digitales del mundo.