El Reus FC Reddis ha logrado este domingo en el campo del San Cristobal (Terrassa) una victoria y un ascenso. Para logralo se debían cumplir dos factores. El primero dependía de los jugadores de Marc Carrasco y el segundo dependía de un “favor” del Cerdanyola, que se enfrentaba al Girona B.
Las dos condiciones se han cumplido y ello ha permitido que el equipo rojinegro disfrute de un ascenso merecido a la cuarta categoría del fútbol español.
El Reus FC Reddis entendió desde el primer momento que no iba a ser una mañana fácil en Ca N’Anglada. Un campo de dimensiones reducidas y césped artificial en el que cada jugada es una batalla. Encontrar espacios iba a resultar muy complicado y solo el talento individual podría ser capaz de ello.
Xavi Jaime, capitán rojinegro, atisbó la grieta cuando se había cumplido la media hora de juego. El mediapunta controló y dio un pase sobre su espalda que solo puede dar un futbolista de su talla. Allí, por el sector diestro, entró desbocado un Aitor Serrano que, con su control en carrera y su velocidad, se plantó solo ante Carles Segura. Su definición fue magnífica, pegándole al cuero con tensión y superando sin problemas al meta egarense. El Reus FC Reddis en ese momento era equipo de Segunda RFEF, ya que el Girona ‘B’ perdía ante el Cerdanyola.
Sin embargo, duró poco la alegría para los reusenses. Izan, extremo habilidoso del San Cristóbal, fabricó una gran jugada desde el sector diestro. Se marchó de todos con dos pisadas consecutivas y Xavi Molina le derribó en el área con la suficiente firmeza para pitar penalti, según el colegiado. Carlos Olmo asumió el mando y colocó la pelota pegada al palo, haciendo inútil la estirada de Pepo, que había adivinado el lado. El 1-1 se dibujaba en el marcador y con él se llegaba al descanso.
En la segunda mitad, el Reus comenzó con otro ritmo de balón. El San Cristóbal solo perseguía sombras y el gol se vislumbraba. Lo hizo uno de los héroes de Segunda División. Ramon Folch dibujó un espacio donde no lo había con su cintura y soltó un latigazo a la escuadra ante el que nada pudo hacer Segura. El Reus estaba a media hora del ascenso si el Girona ‘B’ perdía ante el Cerdanyola, aunque su partido seguía parado por lesión del árbitro principal.
El Reus no se relajó, buscó el tercero y lo encontró mediante Aitor Serrano. El extremo rojinegro se fabricó una jugada brutal en la que rompió al lateral y cruzó la pelota al palo largo, batiendo a Segura. Ahora sí, el Reus parecía sentenciar el encuentro y ponía pie y medio en Segunda RFEF.
