No es el primer acto que Yolanda Díaz protagoniza en su ‘tour’ por distintas comunidades para hacer proselitismo de su iniciativa estrella de la legislatura, la reducción este año y por ley de la jornada laboral a 37,5 horas semanales, cuyo anteproyecto fue aprobado por el Consejo de Ministros el 4 de febrero con disputa interna previa pero cuyo refrendo pende del Congreso, donde hoy la medida colisiona con el no del PP y de Junts. La casualidad ha hecho, no obstante, que el acto convocado ayer sábado por Sumar en Viladecans (Barcelona) haya coincidido con el pulso de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo con la primera y titular de Hacienda, María Jesús Montero, por la tributación en el IRPF del Salario Mínimo Interprofesional, transformado en cisma dentro del Gobierno de coalición.
En ese marco, Díaz evitó referirse a la polémica pese a tener «ganas» de hacerlo, pero hizo suyas las palabras con las que la precedió en la tribuna el portavoz de los magentas y máximo responsable de Cultura, Ernest Urtasun, quien constató que los suyos «darán la batalla» para que el SMI siga exento. Y ambos vinieron a compartir que el problema tributario en España está, según proclamó ella, en que las grandes empresas «se están forrando» porque «no pagan lo que les toca».
La convocatoria, cerrada al grito de Díaz de «vamos a ganar», certificó que la jefa de filas del socio menor del Gobierno Sánchez está dispuesta a librar la guerra por lo que identifica como las dos grandes conquistas de esta legislatura: la subida en 50 euros mensuales del salario mínimo, objetando a la pretensión de Montero de gravarlo con el IRPF -lo que repercutiría sobre medio millón de los 2,5 de beneficiarios- y enarbolando la bandera del recorte en el tiempo de trabajo, el objetivo que presenta como el gran debate de esta época histórica por lo que significa de ganar espacio «para vivir» y por «radicalmente feminista y ecologista». La vicepresidenta enfatizó, en alusión implícita a sus aliados en el Ejecutivo, que las conquistas sociales no van de «resistir» sino de salir a ganarlas, porque si se activa «el sentido común de la calle», no habrá «voto en el Congreso que pueda pararlas».
De todas formas, a día de hoy, el Gobierno no tiene los votos garantizados en el Congreso para aprobar la reducción de la jornada laboral. El secretario general de Junts, Jordi Turull, insistió en que su partido votará ‘no’ en el Congreso de los Diputados si no hay cambios en la propuesta de reducción de la jornada laboral presentada por la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.
En declaraciones a la prensa en Lleida, Turull subrayó: «Si Yolanda Díaz mantiene la propuesta de reducción de la jornada laboral como hasta ahora, sin tocar una coma, Junts votará no». Consideró que la propuesta actual de reducción de la jornada laboral a siete horas y media tendría «efectos devastadores» para muchas empresas si «no se quieren tocar» algunas especificidades. Turull ha abogó por que la ministra de Trabajo se «abra a negociar» algunas modificaciones de su propuesta.