Vinos del territorio, cervezas artesanas, cavas de proximidad, vermuts de la zona, música en directo y buen ambiente. ¿Qué más puede pedírsele a un domingo por la mañana, con un sol radiante, y en el que Tarragona ha disfrutado de un auténtico día de ‘primavera’?
Todos estos elementos han hecho que la séptima edición del Fòrum Vinarium se haya convertido en la excusa perfecta para salir a la calle y disfrutar de una fiesta que, después de siete ediciones, ya forma parte del calendario festivo de la ciudad. «Llevamos tres años y me emociona el sentimiento recíproco con la gente», reconocía Gerard Esquerré.
Esquerré es el alma mater de esta celebración que nació con la llegada de la Bodega Gerard a la Plaça del Fòrum y que tiene dos fechas marcadas en el calendario. El inicio de la primavera, que se presenta como la ocasión para probar los vinos rosados, blancos y espumosos que se consumen más durante los meses de calor; y el otoño, «una oportunidad para probar cosas nuevas de cara a la Navidad», ha dicho Esquerré.
«Ya queríamos venir el sábado por la tarde, pero se nos complicó el día. Nos gusta el ambiente y como conocemos a mucha gente salimos un rato y charlamos mientras tomamos unos vinos», aseguran Jordi y su esposa María Jesús.
Un total de diecisiete bodegas, con una representación de los mejores vinos y cavas de las denominaciones de origen del territorio, y media docena de establecimientos de restauración, han participado en esta muestra, que tiene dos versiones. La del sábado por la tarde y la del domingo por la mañana, lo que hace que Fòrum Vinarium llegue a públicos muy diversos. Entre los dos días prácticamente se han agotado las 2.400 copas que se habían comprado desde la organización.
El certamen nació con el objetivo de «activar» la Part Alta y dinamizar el barrio. «Teníamos ganas de aportar algo a la ciudad», ha reconocido Esquerré, quien ha explicado que una de las premisas de la fiesta es «respetar a los vecinos» y «la convivencia en el barrio».
Y la tercera pata del Fòrum Vinarium es la solidaridad. Al respecto, cada vez que uno de los asistentes compraba un tique o una botella de vino, se incrementaba la recaudación que este año se entregará al Servei de Teràpia Ocupacional Solc. Un centro de atención con el fin de ofrecer un marco de apoyo a las personas con discapacidad intelectual una vez finalizada su etapa escolar, que podrá adquirir nuevo mobiliario para mejorar sus espacios.
Será dentro de unos días cuando la organización del Fòrum Vinarium hará entrega de los fondos, que en otras ocasiones han supuesto un cheque de entre 700 y 900 euros.