Este sábado, una veintena de personas han recreado en la Antiga Audiència muchas de las costumbres que los romanos llevaban a cabo durante la celebración de las saturnales, las fiestas en honor al dios Saturno que se celebraban entre el 17 y el 23 de diciembre. La actividad, organizada por el Museu d’Història de Tarragona y Auriga Serveis Culturals, ha acogido a diferentes familias, que han disfrutado y han aprendido de la mano de la educadora patrimonial Anna Catà. Durante la didáctica actividad, los asistentes se han transportado en un viaje al pasado imperial de Tarraco y han descubierto con todo tipo de detalles las características principales de estas fiestas tan importantes para los romanos en honor al dios Saturno.
El taller ha comenzado con una explicación sobre los orígenes de estas fiestas romanas. La educadora patrimonial ha explicado a los asistentes que Saturno era el dios encargado de proteger las cosechas, para que las semillas no se vieran afectadas por el frío del invierno. Una vez los romanos habían plantado las semillas, se iniciaban las saturnales, que empezaban el día 17 y se alargaban hasta el 22. Los más pequeños, que no han perdido detalle de las explicaciones, han aprendido también que durante los primeros días de las saturnales los romanos hacían una procesión hasta la estatua del dios Saturno, al que ataban con cuerdas para que no se marchara y le traían regalos.
El taller ha proseguido con una explicación sobre el alumbrado en la antigua Roma. Anna Catà ha mostrado a los asistentes el funcionamiento de un candil de aceite, que los romanos usaban para iluminar los hogares cuando caía el sol y también a modo de celebración. Las familias reunidas en el taller también han aprendido que, a lo largo de la festividad, no había diferencias entre los esclavos y sus dueños. Durante estas fechas, se vestían con las mismas prendas de ropa y se sentaban en la misma mesa. De esta manera, los asistentes se han intercambiado chaquetas y uno de los voluntarios se ha vestido con una túnica de la época. Los asistentes han descubierto cómo los romanos jugaban y apostaban con unos dados hechos de huesos de cabra.
Sigilarias
La actividad también ha incluido un taller de confección de figuritas de cerámica, las sigilarias, que los romanos empleaban a modo de regalo tras las fiestas saturnales y que se ofrecían a Saturno. Así, las familias se han sentado en unas mesas habilitadas para la ocasión y han hecho sus propias figuritas con el barro.
El taller ha finalizado con la recreación de un banquete, una rifa y un intercambio de regalos siguiendo al pie de la letra los rituales llevados a cabo durante la festividad romana en honor al dios Saturno.