Vecinos de La Riera de Gaià, la Asociació de Veïns de la Urbanització el Castellot, de la Associació de Veïns de la Urbanización Brisas del Mar (del término de Altafulla), además de la Associació Mediambiental la Sínia y la Associació Terres del Gaià se muestran contrarios a la posibilidad de que el término de La Riera acoja la implantación de un camping con capacidad de hasta 3.558 plazas.
En un principio, el gobierno municipal se mostraría favorable a esta iniciativa, promovida por la compañía Branding Finestra SL, que ya tiene en explotación otro camping en Tamarit. Esta empresa ha adquirido unos terrenos en La Riera para el camping. Para ello presentó el 31 de julio una propuesta de adelanto de modificación del Pla d’Ordenació Urbanística Municipal (POUM). Ayer no fue posible hablar con el alcalde, Joan Casas, ni tampoco con el promotor.
En consecuencia, el Ayuntamiento de La Riera de Gaià ha presentado una propuesta de modificación puntual de POUM, un trámite indispensable para la implantación del camping, al igual que Departament d’Acció Climàtica de la Generalitat emita un informe ambiental.
El lunes pasado concluyó el período de presentación de alegaciones en contra de la modificación urbanística «de esta magnitud», afirman desde la Associació Mediambiental la Sínia, entidad que por su naturaleza ha sido invitada a participar en esta parte del proceso. Por otro lado, ese mismo día tuvo lugar una asamblea vecinal, que reunió cerca de un centenar de personas,.
Ante la desinformación por parte del Ayuntamiento –según manifestaron los convocantes del acto– y el temor sobre el impacto en distintos ámbitos que puede producir la implantación del camping, en dicha reunión las asociaciones referidas y los vecinos a título individual presentaron una instancia al Ayuntamiento en la que se solicita en primer lugar «la inmediata paralización del procedimiento de revisión del POUM y que el ente municipal convoque una asamblea informativa», para que la ciudadanía pueda conocer de primera mano el alcance urbanístico y características del equipamiento, sin descartar una consulta popular.
La propuesta urbanística, según se dijo durante la reunión vecinal, inicialmente afecta un emplazamiento situado a menos de 1.000 metros del núcleo histórico y a unos 700 metros equidistantes, tanto del Castellot como de Brises del Mar. Preocupa la conectividad ecológica y el impacto relacionado con la contaminación acústica y lumínica, el suministro y tratamiento del agua o la movilidad en las carreteras T-214 i T-202 y su afectación a los vecinos de la zona.
El alcalde, en declaraciones a Altafulla Ràdio, afirmó que «el revuelo que se ha creado es injustificado, puesto que el Consistorio todavía no ha hecho nada para favorecer la instalación del camping» y niega que la cifra de plazas que circula sea la correcta, para añadir que «la modificación del POUM puede tardar años y únicamente se ha determinado qué zona del municipio seria apta para acogerlo». Admite, no obstante, que «no veo mal esta posibilidad».