‘Dignitat a les Vies’ no fue un movimiento que naciese de un día para el otro. Fue bajo el mando de un grupo de gente organizada, del cual la portavoz de cara a prensa y usuarios ha sido esta mujer: Ana Gómez. Mientras su activismo se ha centrado en el transporte de personas, por casualidades de la vida, ella trabaja en el sector del transporte de mercancías.
¿Existe el techo de cristal?
Totalmente. Yo vengo del sector del transporte, el sector del contenedor, la aduana... Es un sector machista. Está mejorando porque los tiempos están cambiando. He tenido la suerte de estar en una empresa donde no he sentido tanto esta discriminación, pero mi sector lo manejan las mujeres mientras mandan hombres.
¿Ha sentido alguna vez menosprecio por su trabajo por ser mujer?
No, porque saben que haces bien el trabajo. Lo que voy a recordar siempre es una persona que cuando se refería a hombres de mi misma categoría se refería por el nombre. Nosotras éramos «las niñas». ¿Por qué no nos trataba igual? Era una persona mayor que había arrastrado la cultura machista de antes toda la vida.
¿Ha sido víctima de abuso sexual?
No, pero me ha pasado una cosa que nos ha pasado a muchas. Cuando te embarcas en cualquier tipo de relación momentánea y llegas al momento de acción, te arrepientes y no sabes cómo decir que no. Te sientes culpable. Lo he hablado mucho con amigas, nos pasa a muchas. La gente te señala por haber calentado y te dicen: «¿Ahora le vas a decir que no?». No tendría que ser un problema decir que no.
A pesar de esto, hay quién todavía niega que exista la violencia de género.
Hombre... (resopla) Muchas veces, la gente me dice: «Ay, eres feminista y proteges a la mujer». No, yo no soy mejor que ningún hombre. Lo que pasa es que necesitamos una defensa superior para nivelarnos con los hombres. Que está cambiando, que antes hablábamos de pisos de diferencia y ahora son peldaños, es verdad. Pero todavía estamos en desigualdad.
¿Por ejemplo?
Podemos hablar de trabajos en general, como en las tareas de casa. Cuando alguien dice que «mi pareja me ayuda en casa». Perdona, no te tiene que «ayudar» porque las tareas se comparten. No es que hayas tenido suerte, es su obligación.
Usted ocupa un lugar de liderazgo en la Plataforma. ¿Cree que se hubiera gestionado diferente con un hombre a la cabeza?
Todo depende de las personas. Yo, personalmente, estoy muy orgullosa de las chicas de la Plataforma, pero también de los hombres. Sobre todo del núcleo duro, que hemos gestionado el día a día del caos ferroviario. Las mujeres estábamos calladas, hemos ido subiendo y estamos acostumbradas a trabajar para demostrar. Las mujeres tenemos que estar todo el día demostrando que merecemos el puesto que tenemos.
Las mujeres también son más empáticas, pero también es cierto que si lo comparas con los chicos de la Plataforma, ellos lo harían igual de bien que yo, y son muy feministas. Yo a lo mejor he resaltado porque tengo un carácter más combativo... aunque soy muy desordenada (ríe).
En este sentido, es muy triste que tenga que remarcar que lo bueno de un hombre es que sea feminista. Son inteligentes, trabajan bien, son participativos... y yo resalto que son feministas. Así estamos.
Otra de las características que la sociedad asigna a las mujeres es la de los cuidados. ¿Esto cómo le afecta?
En este caso, yo no tengo hijos. Pero me he sentido señalada en ocasiones por el: «Ana, ¿por qué no tienes hijos?». No tengo por qué contar el motivo. A un hombre seguramente no le hagan esta pregunta.
Yo soy amante de los animales, tengo dos perros. También he escuchado lo de: «Trata a los perros como niños porque no tiene hijos». ¿Y qué? ¿No hay hombres que no tienen hijos, pero sí perros, y son cariñosos?
¿Qué le diría a la Ana de 8 años si la tuviese delante?
Que vaya a por todas. Mientras haga las cosas con respeto, a por todas. No hay otra opción. Pensar en que te has equivocado no servirá de nada. Si te equivocas, pide perdón. Intenta no hacer daño a nadie, pero a por todas. Si alguien te dice que no puedes, ya te darás cuenta tú si no puedes, pero tú tírate a la piscina.