Un grupo de vecinos de Els Pallaresos ha convocado para mañana una concentración delante de el Ayuntamiento. Es la primera acción que han organizado para protestar por la instalación de un CRAE (Centro Residencial de Acción Educativa) en el municipio. Se trata de un centro donde, como su nombre lo indica, vivirán niños y adolescentes que tienen una medida de protección y están bajo la tutela de la Generalitat.
Los vecinos ya habían comenzado a recoger firmas en contra del centro que se instalaría en una casa del pueblo. Ayer, además, realizaron una cacerolada.
Raymi Morales, una de las vecinas que participa en la organización de las protestas, dice que no tienen «nada en contra» de los menores que vivirían en el centro. Su objeción, asegura, tiene que ver con que el pueblo no tiene suficiente infraestructura para atenderles «no hay nada ni para los jóvenes de aquí, si vienen no van a tener sitios para integrarse. Este es un pueblo residencial, traerlos aquí es como aparcarlos», señala. En su opinión Tarragona ofrece muchas más posibilidades.
El ayuntamiento, por su parte, también se ha manifestado en contra de la instalación en sus redes sociales y usa el mismo argumento de la falta de infraestructura para oponerse. El alcalde, Jordi Sans, dice que «Creemos que Els Pallaresos no es el lugar, somos un municipio de 5.000 habitantes. Consideramos que este CRAE debería estar en Tarragona, donde hay muchas más opciones... Desde el equipo de gobierno creemos que este tipo de servicios tienen que estar en poblaciones grandes».
También en municipios pequeños
El responsable de los Serveis Territorials de Drets Socials en Tarragona, Daniel Segalà, reconoce que la reacción que han encontrado en el municipio, y la polémica que se ha suscitado en redes sociales les ha sorprendido «estamos perplejos».
Lo primero, señala, es aclarar conceptos y un CRAE es un centro de protección a la infancia y la adolescencia donde viven menores que están en una situación familiar inestable por lo que están tutelados por la administración. «Son un lugar necesario para la sociedad; de otra forma muchos de estos niños estarían viviendo en situaciones de maltrato en sus casas o en entornos donde hay tráfico de drogas», ejemplifica.
Lo que no es un CRAE, como ha querido hacerse ver en redes sociales, dice, es un centro para menores conflictivos, «lo desmentimos categóricamente». Tampoco es un centro para menores extranjeros no acompañados.
Respecto a si el tamaño del municipio supone un problema, Segalà explica que hay CRAES en municipios más pequeños como Sarral (Conca de Barberà, 1.549 hab.) Apunta, de hecho, que en algunos municipios pequeños la llegada de centros de este tipo termina reportando beneficios porque al aumentar el número de niños alguna vez se ha abierto una línea más en una escuela y se ha dotado de más personal a los centros de salud.
Se intenta, además, que los residentes participen y colaboren, si es el caso, en las actividades que organiza en el municipio. En el Camp de Tarragona hay 12 CRAE que cuentan con 198 plazas.
Explica que el centro de Els Pallaresos acogerá a la veintena de niños y adolescentes que viven en el CRAE Voramar de El Serrallo porque la infraestructura no es la adecuada. La casa de Els Pallaresos, en cambio, es una casa unifamiliar grande, con espacio exterior y una piscina. «No es fácil encontrar instalaciones con estas características. Buscamos que sean hogares y que sean lo más normalizadores posible».
Recuerda Segalà que desde un primer momento se informó al Ayuntamiento y el próximo jueves Intress, la entidad que se encargará de la gestión, les expondrá el proyecto educativo.
Igual que han hecho en otros municipios, se reunirán con los vecinos a explicar el proyecto. Cuando se inaugure la casa, igual que en otras localidades, se suele organizar una jornada de puertas abiertas para conocer a las instalaciones y a los residentes.