La demarcación de Tarragona cuenta con un total de 87.906 viviendas en las que no reside nadie, según el último Censo de Población y Viviendas –con datos del año 2021– publicado recientemente por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Son 15.329 más que diez años atrás, en el 2011, cuando el INE publicó el que hasta ahora había sido el último Censo de Población y Viviendas. Con lo cual, en diez años, el número de domicilios desocupados ha crecido en un 21% y representa también un 21% del parque vacío de Catalunya. Se considera una vivienda vacía a aquella que no dispone de contrato de suministro eléctrico o cuyo consumo total registrado en el año precedente al informe sea menor al que una vivienda media del mismo municipio tendría si se ocupara durante quince días en todo el año.
En esta década, el dato también se ha incrementado en España, en este caso, en un 11%. Por contra, en Catalunya se ha reducido casi un 7%. Este decrecimiento se debe a la variación a la baja de la demarcación de Barcelona, que ha pasado de 283.155 viviendas vacías en 2011 a 213.464 en la actualidad. Tanto en Girona como en Lleida –se ha pasado de 55.460 a 76.286 y de 37.165 a 40.956 respectivamente– se escenifica la proliferación de residencias deshabitadas.
Si se estrecha el cerco a la demarcación de Tarragona, se observa, como es natural por tamaño, que el municipio con más pisos vacíos es la capital, con 8.298 –un 12% del parque total de la ciudad–. Lo sigue, bastante de cerca, Salou, con 7.195 –un 23% del total de viviendas–. Por detrás vienen Reus, con 5.904 –un 12%–; Cambrils, con 5.248 –un 17%–; Mont-roig del Camp, con 3.695 –un 22%–; Tortosa, con 3.486 –un 18%–; El Vendrell, con 3.399 –un 11%–; Calafell, con 3.351 –un 12%–, y Vila-seca, con 3.055 –un 18%–. Estos nueve municipios representan un 50% del total de pisos vacíos de la demarcación.
El informe del INE también distingue las «viviendas de bajo consumo», que son aquellas que tienen un consumo por debajo del umbral de 250 kWh que, de media y según el documento, correspondería a lo que gasta una vivienda habitada durante un mes al año. De este tipo, en la demarcación hay 25.885 residencias. Salou y Cambrils, con 3.431 y 2.334 respectivamente, son los municipios con más.
Por último, el documento cataloga como «viviendas de uso esporádico» a aquellas cuyo consumo está entre 251 kWh y 750 kWh. Esto significaría que el domicilio estaría habitado durante tres meses al año, como pudieran ser las segundas residencias. En Tarragona hay 69.828 construcciones de este tipo. De nuevo, Salou y Cambrils, con 6.548 y 6.039 respectivamente, lideran la demarcación. Con lo cual, un 33% del parque de viviendas tarraconense está deshabitado, al menos, durante nueve meses al año.
El director de la Càtedra UNESCO d’Habitatge de la URV, Héctor Simón, insiste en que se pongan los datos en contexto: «Representan una aproximación que no tiene por qué coincidir con la realidad». Pone el ejemplo la ciudad de Barcelona: el censo que elaboró el Ayuntamiento indica que el 1,22% de las viviendas de la ciudad estarían vacías, mientras el INE dice que es un 9,3%.
«Resultaría muy relevante saber el motivo por el cual no hay nadie viviendo en estas casas», opina Simón. Para conocer de forma más exacta los datos, desde la Càtedra se propone, por ejemplo, que se visiten los domicilios y que se utilicen también los consumos de agua y los datos del padrón.
Desde la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) se cree que «hay más viviendas vacías de las que dice el censo». «El Estado tendría que hablar con la banca y los fondos buitre; desde la PAH proponemos que estas entidades deban ofrecer un alquiler social forzoso para familias vulnerables y una cesión obligatoria de las casas desocupadas para incluirlas en una dinámica de alquiler social», añaden fuentes de la asociación, que también propone que se haga público el punto exacto donde se encuentran los inmuebles.
¿Por qué están vacías?
El número total de hogares –habitados o no– también ha crecido. En Tarragona, se ha pasado de 526.399 a 554.579. Un aumento de un 5% que representa uno de los motivos por los cuales las viviendas vacías han repuntado. Otra razón es el stock de promociones nuevas sin vender, la mayoría de la época de la burbuja. Además, el frenazo de la justicia a causa de las sucesivas huelgas provoca que, en palabras de Manuel Sosa, abogado y experto inmobiliario, «sea un calvario tener que acudir a los juzgados a reclamar algo, por su situación de colapso y lentitud».
No son estas las únicas razones, ya que, según Sosa, otra de las causas es la «incertidumbre e inseguridad que ha creado en los propietarios y arrendadores la entrada en vigor de la nueva Ley de Vivienda, que, por primera vez, tipifica qué es una vivienda vacía». Para el INE, se dice que un domicilio está vacío cuando «no es la residencia habitual de ninguna persona ni es utilizado de forma estacional, periódica o esporádica por nadie».
«Los pequeños arrendadores no quieren arriesgarse a alquilar su piso de una forma precipitada, ya que la nueva Ley trae muy negros nubarrones para los propietarios si el inquilino no les paga o se queda sin ingresos», comenta Sosa. «En estos casos, los arrendadores se convierten en el remedio a un problema social que debe resolver la Administración», añade.
La Ley establece algunos requisitos para iniciar desahucios, como indicar el día y la hora exacta, acreditar si el inmueble okupado es una vivienda habitual o no del okupa y si pertenece o no a un gran tenedor. Si es que sí, este deberá indicar si el denunciado está o no en una situación de vulnerabilidad o, en su defecto, presentar una declaración responsable que exprese que no ha obtenido respuesta por parte de la Administración o un documento de los servicios competentes que apunte que el okupa no ha consentido el estudio de su situación económica.
Además, el propietario tendrá que demostrar que, en el caso de que el inmueble sea vivienda habitual del denunciado (si es un arrendatario que ha dejado de pagar) ha acudido a los procedimientos de conciliación o de intermediación establecidos para buscar una alternativa habitacional. La nueva norma no evita que haya desahucios ni tampoco los paraliza, pero sí que los prolonga en caso de vulnerabilidad.
El economista tarraconense Rafael Muñoz indica que otro de los motivos que restringen la comercialización de viviendas es la dificultad para acceder a una casa: «El mercado de alquiler está contraído: entre los problemas para alquilar y el aumento de precios al disminuir la oferta...».
¿Dónde están los inmuebles?
Tal y como reflejan los datos, los municipios de costa son aquellos que más construcciones deshabitadas acumulan y, especialmente, son los que tienen más pisos en los que se vive durante menos de tres meses, algo natural si se tienen en cuenta todas las segundas residencias que hay.
No obstante, estos son inmuebles con una mayor capacidad de venta o alquiler, en contraposición a los que hay en el interior: «Ahora, en verano, también se reactiva el alquiler de viviendas y casas situadas en los pueblos de interior», apunta Sosa.
Muñoz especifica que «hay que tener en cuenta que los datos de viviendas vacías que aporta el INE son del año 2021 y, por lo tanto, no se deberían tomar decisiones en 2023 con números de hace dos años». «Hay una gran parte de estas edificaciones que pertenecen a los esqueletos de la burbuja, que están muy localizados en la costa del Ebre y que no se venderían aunque la coyuntura fuera favorable», añade.
Para mover todas aquellas promociones que sí que estén finalizadas, pero que sean poco atractivas para los compradores, introducirlas en una dinámica de alquiler social público podría ser una de las soluciones. El economista también aboga por conocer «en manos de quién están estos domicilios deshabitados».
Las rehabilitaciones que muchas construcciones requieren son también un impedimento para que alguien pueda residir ahí. Y es que hay edificios en la demarcación que llevan bastantes décadas en pie. Para Sosa, «el elevado coste, a veces de miles de euros, que debe soportarse para rehabilitar una vivienda provoca que muchos propietarios prefieran tener la casa sin arreglar y vacía».
«Desde la Càtedra creemos que hay que establecer incentivos positivos para provocar que los pisos que están vacíos se pongan en el mercado», propone Simón. «Pueden ofrecerse ayudas a la rehabilitación, garantías de cobro en caso de impago del alquiler, asesoramiento... No se ha demostrado que las políticas de sanciones tengan una buena relación costes-beneficios», añade.
La cantidad existente de pisos vacíos contrasta con las dificultades que se encuentran muchas personas a la hora de buscarse un techo. Casas sin gente y gente sin casas. Movilizar este parque para que se active será esencial para resolver la emergencia habitacional.
Viviendas totales Viviendas vacías
Catalunya 3.915.127 418.612
Demarcación de Tarragona 554.579 87.906
Albinyana 1.586 285
Alcanar 8.589 1.239
Alcover 2.733 235
Alforja 1.242 249
Almoster 633 99
Altafulla4.851367
L’Ametlla de Mar 8.286 1.563
Amposta 11.872 1.663
L’Arboç 2.431 200
Ascó 929 316
Banyeres del Penedès 1.623 192
Batea 1.106 238
Bellvei 1.343 136
Benissanet 653 92
La Bisbal del Penedès 2.953 621
Les Borges del Camp 1.118 128
Botarell 590 42
Cabra del Camp 966 201
Calafell 27.112 3.351
Cambrils 31.733 5.248
Castellvell del Camp 1.203 159
El Catllar 2.725 284
La Sénia 3.055 555
Constantí 3.232 598
Creixell 4.049 492
Cunit 13.027 1.328
Xerta 855 242
L’Espluga de Francolí 2.364 551
Falset 1.712 297
Flix 2.489 898
Gandesa 1.486 210
Horta de Sant Joan 984 288
Llorenç del Penedès 1.111 112
Masdenverge 752 97
Montblanc 3.957 449
Montbrió del Camp 1.706 190
El Montmell 1.739 490
Mont-roig del Camp 16.661 3.695
Móra d’Ebre 3.147 591
Móra la Nova 1.553 193
El Morell 1.728 164
Els Pallaresos 1.932 170
Perafort 572 87
El Perelló 3.002 1.489
El Pla de Santa Maria 1.370 329
La Pobla de Mafumet 1.615 242
La Pobla de Montornès 2.155 290
Puigpelat 600 99
Reus 51.284 5.904
Riba-roja d’Ebre 879 166
La Riera de Gaià 869 67
Riudecanyes 766 177
Riudecols 711 135
Riudoms 3.447 344
Roda de Berà 8.762 1.111
Roquetes 4.293 515
La Ràpita 12.074 1.689
Sant Jaume dels Domenys 1.482 122
Santa Bàrbara 2.304 389
Santa Coloma de Queralt 1.584 175
Santa Oliva 1.729 185
Sarral 983 290
La Secuita 981 232
La Selva del Camp 2.696 244
Tarragona 67.200 8.298
Tivissa 1.239 403
Torredembarra 14.553 1.099
Tortosa 19.654 3.486
Ulldecona 3.926 1.051
Vallmoll 1.038 268
Valls 13.368 2.412
Vandellòs i l’Hospitalet de l’Infant 5.913 1.120
El Vendrell 31.063 3.399
Vilallonga del Camp 1.189 101
Vila-rodona 845 213
Vila-seca 17.417 3.055
Vinyols i els Arcs 1.530 129
Deltebre 7.253 1.343
Sant Jaume d’Enveja 2.498 539
Camarles 2.027 343
L’Aldea 2.560 568
Salou 31.523 7.195
L’Ampolla 5.035 875
La Canonja 2.673 401
Resto de Tarragona 34.101 8.809
Fuente: Instituto Nacional de Estadística (INE).