El problema de la falta de mano de obra se enquista en una España donde, paradojamente, el paro es uno de los principales quebraderos de cabeza de los gobiernos central y autonómicos, con 2.837.653 personas sin trabajo a nivel estatal y 346.338 en Catalunya. Hay escasez de trabajadores pero ya no solo en determinadas actividades, más especializadas, sino en un gran número de sectores y oficios, cada vez más numerosos
Hacen falta ingenieros, médicos, enfermeros, informáticos, analistas de datos, programadores, matemáticos. pero también camareros, cocineros, mozos de almacén, transportistas, inspectores de Trabajo y de Hacienda, temporeros, electricistas, capataces, encofradores, carpinteros, gruistas, técnicos de mantenimiento, fontaneros, instaladores, peones industriales, carretilleros, prensistas, pintores, palistas, soldadores, técnicos de laboratorio, teleoperadores. .
La cifra de vacantes en España se ha duplicado con fuerza en apenas seis años, pasando de ser poco más de 68.000 en 2016 a las casi 144.000 en la actualidad, según cifras del INE del tercer trimestre de 2022. Son los únicos datos oficiales que existen en esta materia y no parecen demasiado realistas a la vista de que un reciente informe elaborado desde el Ministerio de Seguridad Social -al que ha tenido acceso este periódico- cifra en 61.500 los puestos de albañiles que están vacantes, 24.000 peones de construcción de edificios, 12.000 electricistas o 12.000 encargados de obras.
La Fundación Laboral de la Construcción estimó el pasado octubre que hay casi 200.000 plazas vacantes entre las ocupaciones más solicitadas de la construcción. Y hay que sumar otras 120.000 en el sector tecnológico, según estima la patronal Ametic.
Fuga de trabajadores
Mercè Puig, secretaria general de CCOO en Tarragona, recuerda que «la falta de mano de obra es una problemática que, desde nuestro sindicato, hace tiempo que denunciamos. En el caso de los sectores más especializados, formamos a la gente -con el gasto que ello conlleva- y después se van a trabajar al extranjero. No sabemos retenerlos. Las universidades están llenas de estudiantes de medicina, enfermería, de carreras tecnológicas, de ingenierías, etc. Pero después no sabemos retenerlos en nuestro mercado laboral».
La representante de CCOO en la provincia de Tarragona tiene claro que «el problema principal por el que no podemos retenerlos son las condiciones laborales. No puedes tener a gente muy especializada y formada y que después tenga que desarrollar sus trabajos en unas malas condiciones».
En cuanto a otros sectores y oficios, como puede ser la construcción o la hostelería, tres cuartos de lo mismo. «La construcción, antes de la anterior crisis económica, era un sector muy bien visto donde los trabajadores se ganaban muy bien la vida. Pero ahora ha pasado a ser un sector precarizado, con salarios bajos y muchas horas de trabajo. La gente está cansada y se busca la vida de otra manera», explica Puig, quien también se acuerda de la hostelería, donde «estamos cansados de oír que no se encuentran camareros. Es normal. Si se les ofrecen contratos de 20 horas y después resulta que trabajan 40 o 60 y no se las pagan... Al final todo acaba con el mismo problema: las malas condiciones laborales».
Joan Llort, secretario general de UGT en Tarragona coincide con su colega de Comisiones Obreras en que «la gente está cansada de las malas condiciones laborales, sociales y económicas y por eso falta mano de obra».
Llort lanza un mensaje a los empresarios: «Hay unas normas que hay que cumplir. a pesar de que hay más presión por parte de Inspección de Trabajo y de los sindicatos. Algunos empresarios están haciendo bien las cosas y no tienen problema para encontrar mano de obra, pero otros están engañando a la gente joven que entra en el mercado laboral. Es un problema que hay que arreglar entre todos porque incluso para los empresarios que hacen las cosas bien todo esto es una competencia desleal que les perjudica».
Contratación de extranjeros
Sobre la posibilidad de aprovechar a ciudadanos extranjeros para cubrir estas vacantes laborales, Llort tiene dudas. «Está la posibilidad de hacerlo en función de las necesidades en origen. Pero después está el problema de la formación. Viene mucha gente de fuera que habría que formar. Hay que buscar la fórmula para formar a estos trabajadores y que también tengan los papeles en regla. Además existe un problema estructural de la FP y los centros se han visto colapsados, por lo que habría que ampliar el número de profesores y de institutos», explica el líder de la UGT, quien añade que «algunos empresarios, a través de mafias, se aprovechan de muchos sin papeles y los ponen a trabajar en negro».
Por eso, Mercè Puig, de CCOO, cree que «la posible contratación de extranjeros que planteó el Gobierno está bien pero a estos inmigrantes también les tenemos que ofrecer unas buenas condiciones laborales, porque los necesitamos y porque también son personas».