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La cara más antigua de Europa se llama ‘Pink’ y la descubrió un equipo de Tarragona

El fragmento hallado en la Sierra de Atapuerca tiene entre 1,1 y 1,4 millones de años y cambia el mapa de la evolución humana en Europa

12 marzo 2025 22:05 | Actualizado a 13 marzo 2025 07:00
Se lee en 3 minutos
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La cantidad de periodistas y los abrazos entre la gente que atiborraba la sala del Institut Català de Peloecologia Humana i Evolució Social (IPHES-CERCA) ya daba una idea de que se trataba de un acontecimiento importante... Y lo era: el pequeño fósil que acaparaba todas las miradas es el fragmento de cara más antiguo encontrado hasta el momento en Europa y es una pieza clave para entender las primeras migraciones y la evolución de los primeros homíninos.

Rosa Huguet, coordinadora de la investigación junto a Xosé Pedro Rodríguez-Álvarez, explica que el día que encontraron el fósil en la Sima del Elefante en la Sierra de Atapuerca (Burgos) también presintieron que estaban ante algo grande, pero no sabían cuánto.

Relata Huguet, a quien le costaba contener la emoción, que el día del hallazgo, 30 de junio de 2022, era un día relajado; el último del primer turno de excavación. Después del almuerzo, en tono a la una de la tarde, Edgar Téllez, el arqueólogo que estaba excavando en la zona donde apareció el fósil, comentó que había encontrado algo. Huguet limpió un poco el fragmento, que estaba lleno de barro, y vio unos alveolos (la cavidad donde van los dientes). Cuenta que por su cabeza comenzaron a pasar a toda velocidad imágenes de los posibles animales a los que podría pertenecer aquel fragmento y ninguno le cuadraba. Al día siguiente los paleontólogos del equipo de Atapuerca, José María Bermúdez de Castro y María Martinón examinaron el fósil y confirmaron que era humano.

Pero aquel era apenas el principio de un estudio en el que han participado investigadores y técnicos del IPHES y de la URV, así como otras instituciones nacionales e internacionales, entre las que destaca el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana, CENIEH. Estos últimos participaban conjuntamente en la rueda de prensa desde Burgos.

Y es que estos fragmentos han requerido un laborioso trabajo de reconstrucción mediante técnicas tradicionales de conservación y restauración, así como con herramientas avanzadas de imagen y análisis 3D, lo que ha requerido la colaboración de profesionales de gran variedad de disciplinas. Para muestra un botón: el estudio sobre el hallazgo se publicaba ayer en la revista Nature y el artículo en cuestión lo firman 30 personas, aunque han participado más de un centenar.

La cara la bautizaron como ‘Pink’ en referencia al álbum «The Dark Side of the Moon» del grupo Pink Floyd. El apodo, no obstante, es sobre todo un homenaje del equipo a Rosa (pink en inglés) Huguet.

Más antiguo de lo esperado

Después de dos años de investigación el análisis de Pink concluyó que la cara no corresponde a la especie Homo antecessor, identificada en el yacimiento de la Gran Dolina (también en la Sierra de Atapuerca), sino a una especie más primitiva.

Desde Burgos Bermúdez de Castro explicaba que una de las dificultades que se encontraron fue que no hay muchos restos de caras con las cuales comparar, ya que se trata de huesos muy finos que no se conservan tan bien.

Las características de la cara, especialmente después de una reconstrucción en 3D, mostraron que se estaba delante de un espécimen peculiar. Explican los investigadores que tiene rasgos en común con especímenes más primitivos, como el Homo erectus, especialmente en la región de la nariz aplanada y hundida y su región mediofacial proyectada y es distinta.

El hecho de que Pink fuera encontrada dos metros más abajo que el resto más antiguo que había hasta entonces en Atapuerca (Homo antecesssor 860.000 años) da una idea de su antigüedad que se ha datado entre 1,1 y 1,4 millones de años.

Como las evidencias no son suficientes para una clasificación taxonómica definitiva, es decir, para bautizarla como una especie nueva, de forma provisional, le han asignado como Homo affinis erectus (H. aff. erectus).

Otra de las peculiaridades de la investigación es que Pink no estaba sola. En el mismo nivel de la excavación no solo se encontraron estos restos humanos, sino otros de herramientas muy elementales así como vestigios de animales con señales de corte, lo que muestra que las utilizaban.

Esta cronología sugiere que Pink pertenece a una población que llegó a Europa en una oleada migratoria anterior a la de Homo antecessor y el equipo investigador considera que futuros descubrimientos en Atapuerca ayudarán a precisar mejor el origen y la dinámica de los primeros poblamientos humanos en Europa «estamos ante un actor nuevo aseguraban».

Eudald Carbonell, codirector del Proyecto Atapuerca, señalaba por su parte que el hallazgo sugiere que la península ibérica ha sido parte del núcleo de la formación evolutiva de los homínidos, en lugar de un sitio aislado como nos han hecho creer.

Una familia excepcional

Todas las intervenciones subrayaban que se trata de un hallazgo histórico. Marina Mosquera, directora del IPHES-CERCA y una de las investigadoras principales del Proyecto Atapuerca, señalaba que «Este yacimiento es clave para entender nuestros orígenes, y el nuevo hallazgo refuerza el papel de Atapuerca como un referente mundial en el estudio de la evolución humana».

El excepcional equipo de Atapuerca ha roto tres veces el récord de encontrar restos humanos más antiguos. La primera vez fue en el año 94 con el hallazgo de una nueva especie, el Homo antecesor, datada en casi 900,000 años. La segunda vez fue en 2007, hallando una mandíbula en el yacimiento de la Sima del Elefante con 1.2 millones de años de antigüedad y la tercera es esta, con Pink. Llevan 13 publicaciones en Science y 11 en Nature.

Pero si algo destacaban todos es el sentido de familia de Atapuerca. No en vano cada día de excavación comienza con un desayuno en el que participan todos, desde los más jóvenes hasta auténticos referentes. Y es que, como explicaban ayer, la buena ciencia solo se hace en equipo.

El nombre ‘ Pink’ hace honor a Pink Floyd y a Rosa (pink en inglés) Huguet lider del equipo

El hogar de Pink

Además del fragmento de rostro humano, en el mismo nivel de la excavación se encontraron herramientas elementales (como las de la imagen) que servían para romper huesos de animales o arrancar la carne, como explica el investigador Xosé Pedro Rodríguez-Álvarez. También se encontraron restos de animales de gran tamaño como hipopótamos y caballos, así como otros más pequeños como tortugas, castores y aves, algunos con señales de corte

Explica el investigador que el lugar era un bosque abierto con algún punto de agua cerca. El clima era de tipo mediterráneo, posiblemente más suave que el clima actual en Burgos.

El espécimen es más antiguo que el Homo antecessor hallado también en Atapuerca
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