«En cuanto a la localización territorial, destacamos que la Camorra actúa en Tarragona. El interés de la delincuencia italiana en el territorio ibérico, con el fin de gestionar el narcotráfico, se actualiza por las diversas incautaciones realizadas». Es el último informe de la Dirección de Investigación Antimafia (DIA), el ente que reúne a los diferentes cuerpos policiales que actúan contra estas bandas criminales. Se trata de un estudio elevado al Parlamento de Italia, y no es el primero de estos análisis que sitúan a la provincia de Tarragona en el foco. De hecho, aparece en los sucesivos trabajos que se realizan de seguimiento.
Ya en su diagnosis de 2017, el organismo explicaba: «La información disponible indica la presencia de la Ndrangheta en Girona y en la provincia de Madrid, así como en Murcia y en Catalunya, mientras que la Camorra desarrollaría sus intereses en Barcelona, Tarragona, Valencia, Tenerife y Ibiza, donde también la Cosa Nostra está históricamente presente».
Territorios «muy propicios»
Tarragona, con la Costa Daurada como epicentro, está en una ubicación estratégica, en la línea de buena parte del litoral mediterráneo, como recoge el informe más reciente de las autoridades italianas: «Numerosas actividades de investigación han conducido a la incautación de grandes cantidades de estupefacientes destacando cómo los principales puertos de España se han convertido en una de las principales rutas entrada en Europa de cocaína y hachís». En concreto, influye la «posición geográfica», la cercanía a las costas del norte del Magreb, así como «una afinidad cultural y lingüística».
El resultado de todo ello son territorios «muy propicios para las uniones criminales entre distintas organizaciones autóctonas y aquellos proveedores de drogas».
El estudio sostiene que «dada su importancia en las rutas internacionales del narcotráfico, España se ha convertido en uno de los países europeos donde es mayor la presencia del crimen organizado de origen italiano que persigue diversos intereses ilícitos entre los que destacan la actividad de blanqueo de capitales y la cobertura de fugitivos».
De ahí que en los últimos tiempos se hayan reforzado todas las colaboraciones entre policías de Italia y España para combatir estas prácticas. Con «Ceuta y Melilla como puntos estratégicos de tránsito de hachís procedente principalmente procedentes de Marruecos y destinados tanto al mercado interior español como a la exportación a otros países europeos», el informe señala en los últimos tiempos la preeminencia de la ruta africana.
La Costa Daurada ha sido en los últimos años algo así como una guarida para la mafia, en un punto más de España como sucursal estable de estas bandas. Hay numerosos ejemplos de presencia, con la desarticulación incluida de algunos entramados.
De los Polverino a la Cosa Nostra
El clan camorrista Polverino, que se movió por diversos lugares de la Costa Daurada– con su centro de operaciones en un chalet de Coma-ruga– resume bien el modo de vida de los grupos del crimen organizado. Los autos judiciales reflejan la existencia de «fotografías en varias fiestas o lugares de ocio, evidenciando su estado de bienestar social y económico».
En diciembre de 2009 se detuvo en L’Hospitalet de l’Infant a Domenico Verde, número 2 del conocido clan Polverino. Fue el preludio de la posterior desarticulación y caída del capo, Giuseppe Polverino, alias ‘O Barone’. Se le consideraba peligroso. Era intermediario en el tráfico de hachís de España a Italia. En 2017 los Carabinieri detuvieron agosto cerca de Roma a Giuseppe Simioli, actual líder del clan Polverino, tras vigilar siete años a su novia, residente en Coma-ruga (El Vendrell). La siguieron en sus constantes viajes a Italia. Los Polverino, que llegaron a la provincia en 2007, se dedicaban al tráfico de hachís.
Otra de las detenciones de los últimos años fue la de Pietro Matranga, arrestado en Roda de Berà. Este miembro de La Cosa Nostra había huido de la justicia italiana. Días antes había sido detenido su hermano, Gioacchino, en Milán, tras un paso por Tarragona.
Pero no solo la Camorra está presente. A finales de 2016, la Policía Nacional detuvo en las inmediaciones de la estación de tren de Calafell a un hombre relacionado con la mafia Ndrangheta, procedente de Calabria. El hombre está relacionado con la operación ‘Metallica’, responsable de múltiples fraudes y extorsiones y saldada en Italia con la detención de 24 personas y la incautación de 51 cuadros de autor, siete obras de arte, objetos arqueológicos y activos financieros por un valor de más de 62 millones. Solo una semana más tarde, ya en 2017, cayó en El Vendrell otro individuo ligado a la misma organización criminal. El hombre estaba huido de la justicia italiana después de haber sido condenado a 23 años de cárcel por tráfico de drogas.
En ocasiones, la actividad económica mafiosa está bien inserta en el tejido local. Otro de los informes de la Dirección Antimafia señala que en lugares como Tarragona, Barcelona y Madrid operaban varias sociedades propietarias de restaurantes que las organizaciones usaban como canales para el suministro de drogas.
Arrestos de extranjeros
Tarragona también ha destacado en los últimos años como una de las provincias con más arrestos de fugitivos extranjeros. Es decir, los grupos internacionales no solo operan desde aquí sino que el sol y la playa de la Costa Daurada se erigen en el lugar perfecto para esconderse. «Los fugados suelen elegir la capital y provincias de la costa mediterránea porque en ellas residen grandes colonias de ciudadanos extranjeros, lo que les facilita pasar inadvertidos», sugieren fuentes de la Guardia Civil.
Según fuentes de la Guardia Civil, motivos en apariencia triviales como el buen clima –factores como el sol y la playa– es uno de esos alicientes pero, sobre todo, la posibilidad de pasar desapercibido entre esos colectivos foráneos instalado. A un latinoamericano, por ejemplo, le resulta más fácil «camuflarse» entre sus numerosos paisanos que residen en nuestro país, como también a un británico o un alemán le permite escabullirse mejor mezclarse con ciudadanos de su nacionalidad en la Costa del Sol o en los archipiélagos, donde son claves las colonias de extranjeros.
Un clan desarticulado en la Costa Daurada... y absuelto
La Audiencia Nacional acabó absolviendo a 21 acusados del clan Polverino de la Camorra italiana, entre ellos a Giuseppe Polverino, conocido como ‘O Barone‘, de blanquear dinero del narcotráfico y de que conformaran para ello una asociación ilícita, al no quedar demostrada «una planificación» para blanquear el dinero obtenidos por la venta de hachís a través de proyectos urbanísticos en España.
Los Polverino fueron una de las tramas clásicas de la mafia en la provincia durante la última década. Este clan, debido a la situación estratégica de España, estableció varios grupos de personas, denominadas «parantzas», con el fin de coordinar los envíos de droga a Italia, normalmente de Marruecos, así como para el blanqueo del dinero procedente del narcotráfico.
Según las investigaciones después de cinco años de instrucción, el capo tenía planificado su escondite en Tarragona: un zulo de hormigón armado y con una profundidad de más de cinco metros en un chalet de nueva construcción en la playa de Alcanar. En ese municipio del Montsià se inició la construcción de lo que iban a ser 25 chalets impulsados esta célula. Salou, L’Hospitalet de l’Infant y, sobre todo, El Vendrell, fueron escenarios de las actividades.
Pese a ello, la Audiencia consideró que no había pruebas suficientes y que los miembros ya habían sido condenados por el delito de asociación ilícita en Italia, donde cumplen condena.