El chef que revolucionó la gastronomía mundial, Ferran Adrià, tiene 62 años, está casado y no tiene hijos. A los 50 años cerró El Bulli y se jubiló. «Trabajé como un cabrón, más de 16 horas al día durante 20 años. Me pude jubilar porque tenía dinero. Eso sí, no tengo lujos. Ni relojes ni coches. Lo único que me gusta es ir de restaurante y de hotel», explica Adrià, quien ayer se encontró con representantes del sector agroalimentario de las comarcas de Tarragona. El chef, junto con el resto de equipo de elBullifoundation, quiso dar algunas claves y consejos para hacer una empresa o un proyecto más atractivo.
«La libertad es muy importante, tanto en la cocina como en la vida», decía al inicio de su charla Adrià. Para este chef, uno de los principales problemas de las empresas es la falta de comunicación. «Hay quien lo ve como un gasto, cuando en realidad es una inversión», añadía. También destacó la importancia de tener un espíritu crítico. «Tanto para el resto, como para nosotros mismos», decía Adrià, quien explicó que en el restaurante Bulli se hacía de forma periódica una auditoria.
Pero sin ninguna duda, el consejo que más repitió el reconocido cocinero fue ser valiente. «Si quieren hacer algo diferente, hay que ser valiente», comentaba. Él lo ha sido. A parte de El Bulli, Adrià ha tirado adelante más de 250 proyectos.
El encuentro entre los empresarios tarraconenses y la estrella gastronómica tenía todo el sentido del mundo. «Hay datos que dicen que seis de cada diez restaurantes no duran más de cinco años. Esto es un drama nacional», explicaba el chef.
La charla tuvo un tono provocador. El mismo que Adrià mostraba también en sus creaciones culinarias. «Hay que cuestionar el status quo. Le prometo un artículo al New York Times al empresario que diga que su producto no es natural, que es artificial y que es mejor que el natural. No lo hará nadie porque no tenéis pebrots. Tenéis miedo», decía Adrià.
Inyección de orgullo
«Tenemos que sentirnos muy orgullosos de formar parte de este colectivo. Pensar que la cocina genera el 29% de la economía española. No hay otro sector que sea más importante», aseguró Adrià, quien añadió que «la experiencia más sensoperceptiva que tenemos los humanos es la de degustar».
Uno de los mejores chefs del mundo se comprometió con el sector agroalimentario tarraconense a volverse a encontrar después del verano para seguir compartiendo conocimientos.
La estrella de la innovación
Según el chef, el 80% de la innovación mundial en el sector de la gastronomía se llevó a cabo durante los años de El Bulli. «Hemos sido el restaurante más innovador», decía Adrià. El equipo del chef empezó a estudiar para tener datos. Luego, estos datos los convirtieron en información y conocimiento. De aquí se creó la metodología Sapiens, que trata de buscar respuestas sobre el mundo de la gastronomía, aplicable a otras disciplinas.
Hace unos meses, Adrià anunciaba la apertura física de una universidad gastronómica donde enseñar toda esta investigación. Será en Madrid, en la Universidad de Comillas. «Propuse la idea a todos los presidentes de la Generalitat. Todos me decían que sí, pero luego nada de nada», explicaba el chef.
