Esta mañana se ha dado inicio a la huelga de pescadores en Tarragona. El sector se ha unido así a las protestas de los agricultores para denunciar las precarias condiciones por las que pasa. A esta movilización se han adherido los pescadores de Tarragona, Cambrils, Torredembarra y Les Cases d’Alcanar, mientras que los de L’Ametlla de Mar y La Ràpita sí han salido a faenar.
A primera hora de la mañana un grupo de huelguistas se ha desplazado hasta Madrid para unirse a la manifestación de payeses convocada en la capital, mientras otros tantos se han dado cita a las puertas de la Confraria de Pescadors de Tarragona donde han leído un manifiesto y han mostrado su descontento con las administraciones, especialmente con la Comisión Europea.
Durante la lectura han lamentado la estricta normativa y el exceso de controles al que se ven sometidos, una situación que en muchas ocasiones acaba acarreando multas o sanciones e, incluso, la retirada de las ayudas para la veda.
También se han quejado por el exceso de burocracia y la presión de los ecologistas. Sobre este último punto han recordado que ellos son los primeros que se preocupan por el buen estado del mar, ya que es su fuente de ingresos.
Otra de las preocupaciones pasa por la llegada de pescado de fuera de la ciudad, sobre el que no hay control ni etiquetado y que supone una devaluación del precio del producto local. A esta problemática también se suma la superpoblación de atunes, un pez que es un gran depredador y que acaba con el resto de especies y al cual no pueden pescar por las restricciones de las administraciones.
Finalmente, han asegurado que la falta de relevo generacional por todas estas problemáticas ya citadas acabarán con la pesca tarraconense en 5 o 10 años.